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TRIBUNAL CON JURADO

El juicio por el segundo asesinato de la Pensión Padrón se inicia el lunes

El fiscal pide 25 años de prisión para José Antonio Luis por matar a Adoración de la Cruz, su pareja

José Antonio Luis Aguiar en el juicio por la muerte de un exmilitar eldia.es

El juicio con Tribunal de Jurado por el segundo asesinato cometido en la Pensión Padrón de Santa Cruz de Tenerife comenzará el próximo lunes, 17 de enero, y la Fiscalía solicita 25 años de prisión para el acusado, José Antonio Luis Aguiar. Este individuo fue detenido por agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional por la muerte violenta de Adoración de la Cruz V. R. en una habitación del citado edificio, situado en la avenida Islas Canarias de la capital tinerfeña.

El arresto de Luis Aguiar por este caso se llevó a cabo cuando ya cumplía una condena de 17 años de cárcel por la muerte violenta de otro usuario de la Pensión Padrón, el exmilitar Ángel Bermejo. El esqueleto de esta persona apareció entre dos colchones en agosto del año 2010, sin que hasta entonces nadie lo hubiera echado en falta. Ambos hechos tuvieron lugar en la misma habitación del antiguo establecimiento alojativo, la número 306.

Antes de su ingresó en el centro penitenciario Tenerife II por el homicidio de Bermejo, José Antonio Luis Aguiar acumuló 33 antecedentes policiales y penales por delitos de diferentes características.

En el escrito de calificación por el asesinato de Adoración de la Cruz, el fiscal José Miguel Castellón considera que el acusado aplicó "una fuerza brutal" y golpeó "con crueldad" y "saña" a su novia, "causándole un gran dolor y sufrimiento que no eran necesarios" para provocarle la muerte. El conocido como "asesino de la Pensión Padrón" le rompió a la víctima cuatro costillas por cada lado, el maléolo del peroné izquierdo y un hueso en la nuca.

Además de los 25 años de prisión, el Ministerio Público solicita que Luis Aguiar indemnice a los familiares de Adoración con 300.000 euros. El asesinato está considerado como violencia machista, en la que el fiscal estima que concurren las agravantes de alevosía (la víctima no tuvo posibilidad de defensa), ensañamiento (causar un dolor innecesario a la víctima) y parentesco.

Adoración sufría una discapacidad física del 90 por ciento. La muerte de esta mujer se produjo a mediados del año 2009 aproximadamente. Su hija interpuso una denuncia por desaparición en el 2013. Como adelantó EL DÍA el 5 de noviembre del 2016, el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional empezó a considerar que José Antonio Luis Aguiar, toxicómano y delincuente conocido por las fuerzas de seguridad, también pudo estar implicado en la desaparición y el asesinato de Adoración de la Cruz en otoño del 2016.

El 7 de julio de dicho año se produjo un incendio en una ladera del Barranco de Santos. Mientras los bomberos sofocaban las llamas, bajo el puente Javier de Loño (que enlaza los barrios de Salamanca y La Salud), dos jóvenes se toparon con un petate dentro de otro, en el cual habían restos humanos. Los testigos avisaron a miembros de la Unipol y estos, a su vez, a la Policía Nacional. El Grupo de Homicidios recibió la confirmación de que los huesos pertenecían a una mujer y los investigadores trataron de vincular los mismos con la desaparición de Adoración de la Cruz.

Durante la inspección ocular de la habitación donde fue asesinado Ángel Bermejo, los agentes de la Brigada de Policía Científica encontraron restos de sangre en el techo que no correspondían a la de dicho hombre. Al analizar el ADN extraído de los huesos localizados en el petate y la muestra sanguínea del dormitorio 306 de la Pensión Padrón, se comprobó que pertenecían a la misma persona: Adoración.

Desde ese momento, las pesquisas de los profesionales de Homicidios se orientaron hacia el condenado por el asesinato de Bermejo. Según los miembros de dicho Grupo policial, ambos asesinatos pudieron cometerse con seis meses de diferencia aproximadamente. Primero, a mediados del 2009, Luis Aguiar acabó con la vida de la mujer y, a comienzos del 2010, con Ángel Bermejo.

Uno de los pasos clave de los agentes consistió en recurrir a un doctor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), que se brindó a colaborar e hizo un programa específico que permitía a los policías reducir o ampliar fotos en el móvil del hoy acusado.

Como adelantó a EL DÍA el entonces jefe del Grupo de Homicidios, el inspector Antonio Roldán, "sabíamos que José Antonio había entrado en prisión en el 2011", por la muerte de Ángel Bermejo. Y una pregunta que se hicieron los investigadores fue si todavía Luis Aguiar conservaba el teléfono que usaba a mediados del 2009. Y, efectivamente, todavía disponía de ese terminal. Los agentes se lo requisaron y, tras analizarlo, descubrieron que se había borrado una foto el 25 de junio del 2009 (la fecha en la que se anotó el cambio de habitación de Adoración). De dicha imagen solo se conservaba en la memoria una miniatura (denominada thumb) de muy baja calidad (excesivamente comprimida y pixelada). A expertos policiales se les pidió si podían recuperar el original y, de forma paralela, Antonio Roldán hizo gestiones en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), por si se podía hacer algo con la citada foto. El inspector recuerda que un doctor en Astrofísica se brindó a colaborar en el tratamiento y mejora del documento gráfico. Para ello, basándose en la inteligencia artificial, elaboró un programa que permitía comprimir y descomprimir las imágenes de dicho terminal. Gracias a ese esfuerzo, y en base al estado de la investigación, se apreció que en la foto aparecía una persona tumbada en una cama.

Los policías de Homicidios pudieron determinar que la víctima aparecía en la imagen del móvil metida parcialmente en un petate. Y que también se veía un cabecero y el dintel de la puerta, que coincidían plenamente con los de la habitación 306, donde se cree que José Antonio mató a sus dos víctimas.

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