Cárcel para dos de los detenidos en Canarias por el fraude de FX Winning

Yates, joyas, relojes de lujo y caros inmuebles: los líderes de la trama crearon un sofisticado entramado para mover el dinero de miles de inversores estafados

David Merino y Juan Faber, junto a otros dos miembros de FX Winning en una publicación que felicitaba a los inversores.

David Merino y Juan Faber, junto a otros dos miembros de FX Winning en una publicación que felicitaba a los inversores. / El Día

Miguel Ángel Autero

Miguel Ángel Autero

Santa Cruz de Tenerife

El magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional envió ayer a prisión a Juan Faber Esquivel y Robin Tassilo Laurer, dos de los cinco detenidos en Gran Canaria el pasado miércoles por su presunta vinculación con la estafa piramidal orquestada a través de FX Winning, una plataforma que operaba en todo el mundo pero cuya base está radicada en un local de coworking de la calle Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria. A los dos acusados se les imputa la presunta pertenencia a una organización criminal, delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental.

Las otras tres personas detenidas y que también fueron investigadas en relación a esta macroestafa quedaron en libertad tras prestar declaración ante el magistrado, según fuentes jurídicas. Por el momento se contabilizan alrededor de 15.000 víctimas estafadas a través de esta plataforma y otras dos sociedades especializadas en la captación de inversiones en criptomonedas. Y el monto de lo defraudado podría superar los 500 millones de euros, aunque fuentes de la investigación apuntan a que lo defraudado finalmente superará esa cantidad si se suman más afectados a las demandas colectivas. 

Lo que comenzó como una denuncia presentada por una asociación de usuarios de criptomonedas dirigida por el bufete Aránguez Abogados que aglutina a más de 5.380 afectados se ha convertido en uno de los mayores casos de fraude financiero internacional investigados en los últimos años.

Investigación de la UCO

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizó una investigación dirigida por la Audiencia Nacional que detalla la implicación de decenas de personas dentro de la operativa fraudulenta de inversiones en criptomonedas, blanqueo de capitales y falsedad documental relacionadas con la plataforma FX Winning, We Are Turbo y TWT Advisors MX, entre otras sociedades vinculadas.

La UCO lo deja claro: la estructura empresarial y de captación de fondos son propias de una estafa piramidal con esquema de tipo Ponzi. Fue el empresario canario David Merino Quintana quien ideó y fundó FX Winning en abril de 2020. A mediados de 2022 algunos inversores comenzaron a tener problemas para retirar fondos depositados en monedas virtuales y a mediados de 2023 el sistema colapsó. La plataforma cesó sus operaciones, dejó de atender sus obligaciones con los inversores y bloqueó la retirada de fondos.

Los 'ganchos'

«Rentabilidades garantizadas», «plataforma de trading algorítmico de última generación», «seguridad total gracias al arbitraje financiero». Así se vendía FX Winning: una página web bien diseñada, un puñado de vídeos en YouTube, mucha presencia en Telegram, Instagram y otras redes sociales que bastaron para convertir la plataforma en un fenómeno de inversión entre 2020 y 2023. Pero tras esa fachada reluciente se escondía un engranaje perverso. La promesa de beneficios constantes se alimentaba de una maquinaria de captación piramidal que no podía dejar de crecer para seguir pagando los intereses a los primeros inversores. Sin nuevas captaciones, el castillo de naipes se cae y todo se viene abajo. Cada nuevo inversor era una nueva inyección para pagar al anterior, y así sucesivamente, hasta que, como todas las estafas piramidales, la estructura colapsa, los pagos cesan y las excusas se multiplican hasta que empiezan a aparecer las denuncias y se abre una investigación judicial.

La Guardia Civil detectó similitudes con otras estafas de tipo Ponzi, como el uso de supuestas empresas tecnológicas para atraer inversores; el registro de sociedades en jurisdicciones opacas o poco colaborativas; la garantía de grandes rentabilidades aseguradas –entre el 30 y el 40%– y la existencia de suculentas recompensas asociadas a la captación de nuevos inversores. 

Lujo a todo trapo

En su informe se reflejan facturas millonarias en joyerías donde se adquirieron relojes de lujo para agasajar a los mejores captadores de inversores o viajes en crucero para quienes alcanzaban la categoría «Esmeralda», es decir, para quienes estaban en la cúspide de la organización que operaba en España, Italia, Francia, Argentina, Perú, Colombia, México y Estados Unidos, sobre todo. ¿Y de donde salía todo ese dinero? De los inversores cuyo dinero iba dando saltos desde la plataforma a otras sociedades mercantiles de la organización; entre una cuenta de un banco a nombre de una mercantil o un particular a otra cuenta de otra entidad radicada en otro país. La clásica operativa para intentar difuminar el rastreo del dinero que de una u otra manera acaba siempre en los bolsillos de los cabecillas de la trama.

Los fundadores de FX Winning, David Merino (d) y Teo Zúñiga.

Los fundadores de FX Winning, David Merino (d) y Teo Zúñiga. / El Día

El triángulo que operaba en Canarias

David Merino, aunque formalmente dejó su cargo en la compañía en 2021, la investigación de la Guardia Civil prueba que seguía dirigiendo las operaciones a través de terceros que actuaban como testaferros. También se le relaciona con otras estafas anteriores como Arbistar y Algoirithms Group.

Merino habría utilizado sociedades pantalla, cuentas bancarias en diferentes jurisdicciones para canalizar el dinero de los inversores. En algunos casos, incluso habría utilizado empresas como Pribabe LLC para adquirir inmuebles de lujo, yates, embarcaciones deportivas, relojes y joyas en Estados Unidos con fondos de los inversores. 

Para la Guardia Civil, estos bienes no eran solo fruto del enriquecimiento ilícito, sino una herramienta de captación. Mostrar una vida de éxito, coches de ensueño, relojes caros y fiestas en yates era parte del marketing de FX Winning. Un anzuelo visual y emocional para atraer a nuevos inversores, que veían en esos lujos la prueba del supuesto éxito del sistema.

Juan Faber Esquivel habría desempeñado un papel crucial desde Canarias. Como CEO de We Are Turbo, una firma sin registro mercantil que operaba como brazo comercial de FX Winning en España. A través de esta estructura, Esquivel gestionaba la captación de nuevos inversores y el ingreso de fondos, tanto mediante transferencias bancarias como pagos en efectivo.

Los investigadores documentan que las cuentas bancarias personales y societarias de Esquivel recibieron fondos de decenas de inversores estafados, que después fueron redirigidos a otras vinculadas a The Secret Tours, controlada por Merino.

El tercer vértice del triángulo criminal en Canarias es Robin Tassilo Laurer, identificado por la Guardia Civil como el encargado de canalizar, ocultar y mover los fondos obtenidos por la organización. Laurer, quien también aparece como autorizado en cuentas bancarias de The Secret Tours, jugó un papel clave en el manejo de criptomonedas, actuando como titular de cuentas en CoinPayments –una de las pasarelas empleadas para mover dinero en la red– y vinculado también al acceso de cuentas forex.

La documentación apunta que Laurer cobraba nóminas regulares en The Secret Tours sin figurar como trabajador oficial, lo que refuerza la tesis de que estas «nóminas» no eran más que una forma de blanqueo. Además, él mismo participaba en gestiones administrativas del local en la calle Torres. Para la UCO, Robin Tassilo Laurer representaba el enlace entre los activos digitales y el sistema financiero tradicional, funcionando como pieza clave en el proceso de conversión del dinero estafado en bienes o movimientos internacionales opacos.

La investigación revela una organización piramidal, tanto en lo económico como en lo jerárquico. En la cúspide, David Merino tomaba las decisiones y controlaba los recursos. En el nivel operativo, Juan Faber captaba el dinero y lo legitimaba ante los inversores. Y en la base técnica, Robin Tassilo se encargaba de limpiar los rastros y mover los fondos en el ecosistema cripto y bancario. La Guardia Civil sitúa a los tres como parte de una estructura organizada, con reparto claro de funciones, continuidad en el tiempo y proyección internacional.

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