Investigación

Juzgan a dos británicos por violar a una compatriota en un hotel de Benidorm

Los acusados insisten que se trató de una relación consentida y la víctima denunció que empezó a sentirse mareada después de que le ofrecieran agua en la habitación

Imagen de una manifestación en protesta por la primera sentencia de la Manada. / Información

Imagen de una manifestación en protesta por la primera sentencia de la Manada. / Información / Europa Press

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Nuevo juicio por una supuesta violación en grupo. La Audiencia de Alicante ha sentado en el banquillo a dos jóvenes británicos por la presunta agresión sexual a una compatriota en un hotel de Benidorm, mientras se encontraban de vacaciones. Los hechos ocurrieron la madrugada del 5 de noviembre de 2023 cuando la joven se fue con uno de ellos y al que acababa de conocer en un local de ocio. La víctima denunció que una vez en la habitación del hotel apareció un amigo del acusado y acabó teniendo relaciones con los dos.

La víctima asegura que se sintió mareada después de que le dieran una botella de agua y que perdió la consciencia. Cada vez que se despertaba veía que cada uno de ellos se iban alternando, sin saber qué había pasado. Una versión totalmente opuesta a la de los dos acusados, que aseguraron que fue una relación consentida y que ella se marchó al terminar, sin dar muestras de que hubiera ocurrido algo inapropiado en la habitación y sin que ella estuviera borracha o afectada.

Los dos permanecen en prisión preventiva desde que se presentó la denuncia, dado que se trataba de hechos graves y ninguno residía en España lo que se valorara la existencia de riesgo de fuga. Aunque la Audiencia acordó una fianza de 5.000 euros para ambos, no la pagaron porque no podían afrontar los gastos de tener que vivir en el país hasta que se celebrara el juicio.

La víctima no ha comparecido en la vista oral. La joven declaró en su día ante el juzgado de Benidorm que investigó los hechos y la comparecencia quedó grabada, para poder utilizarse como prueba preconstituida. Su testimonio ha sido la principal prueba de la vista, donde se ratificó en la denuncia y dijo que ella tenía claro que no quería tener relación alguna con el segundo de los acusados.

El juicio ha quedado visto para sentencia en la Sección Décima de la Audiencia de Alicante. La Fiscalía ha mantenido la petición de ocho años de cárcel para cada uno de ellos por agresión sexual. Por su parte, las defensas han pedido la libre absolución, así como la inmediata puesta en libertad de sus defendidos mientras se redacta la sentencia. En sus informes finales, las partes han mantenido versiones diametralmente opuestas de los hechos. "Una cosa es que la víctima quisiera irse con uno de los acusados a tener relaciones sexuales, pero lo que está claro es que ella no quería lo que pasó en esa habitación", ha asegurado la fiscal para mantener que se trató de una relación no consentida.

Mientras que las defensas incidieron en que no hay ni una sola prueba que corrobore el relato de la víctima y que su motivación a la hora de presentar la denuncia fue evitar dar explicaciones a su familia de haberse acostado con dos desconocidos a los que había conocido esa misma noche.

Cámaras de seguridad

Desde la defensa se ha puesto especial énfasis en el contenido de las cámaras de seguridad, en las que se ve el momento de la llegada al hotel del grupo, el momento en que suben en el ascensor y, una vez en la habitación, con los dos acusados hablando en el balcón. El abogado Jorge Martínez Navas, que asumió el caso en el tramo final de la instrucción, recalcó que esas imágenes muestran cómo la joven llegó al hotel con los dos acusados y estuvo charlando distendidamente con ambos. Por su parte, para la fiscal lo que las imágenes evidencian es que ella solo habla con uno de ellos.

En este sentido, desde la defensa se subrayó que "no hay droga en el mundo que anule la voluntad de nadie durante cuarenta minutos y desaparezca sin dejar rastro". Las analíticas en el hospital dieron negativas en el consumo de sustancias. La chica aseguró que solo había tomado un par de copas mientras estaba de juerga y que en la habitación del hotel se empezó a sentir mareada después de que le dieran una botella de agua, aunque dijo desconocer si le habían dado algo en la botella. Los exámenes médicos sí revelan que mantuvo relaciones con los dos.

El recepcionista del hotel donde se alojaban los dos acusados aseguró que, aunque no recordaba muy bien lo que ocurrió esa noche, aseguró que no notó que la chica estuviera especialmente afectada por haber bebido alcohol. Posteriormente, vio cómo se marchaba de allí apresuradamente y sollozando, donde le fue a recoger otra persona. En otras comparecencias, se supo que esa persona era su hermano, con quien había salido inicialmente y a quien dejó para luego irse con el chico que acababa de conocer. En la habitación le puso un mensaje para que fuera a recogerla.

Por su parte, el recepcionista detalló que más tarde se presentaron el padre y el hermano de la chica pretendiendo entrar a todas las habitaciones del hotel para buscar a los acusados, llegando a enfrentarse con el personal de seguridad. Desde el hotel se llamó a la Policía y fue esa noche cuando se puso la denuncia.

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