Juicio en la Audiencia de Barcelona

"El autobusero me dijo que me fuera a mi país, me estiro del velo y me llamó puta"

La Fiscalía reclama 10 meses de prisión, multa e indemnización para un conductor por un presunto ataque racista a una mujer magrebí y a sus tres hijos

Juicio a un conductor de autobuses de Barcelona por una presunta agresión racista.

Juicio a un conductor de autobuses de Barcelona por una presunta agresión racista. / J.G. Albalat

Una discusión por una tarjeta de transporte acabó con un presunto ataque racista por parte del conductor de un autobús de Barcelona hacia una mujer magrebí y sus tres hijos. "Me dijo que me fuera a mi país, me tiró del velo y me llamó puta y zorra", declaró este martes ante un tribunal de la Audiencia de Barcelona la víctima, que viajaba con sus tres hijos menores de edad. Su versión fue corroborada por una testigo que presenció el incidente ocurrido el 29 de mayo del 2020, en plena pandemia del covid. "El hombre estaba fuera de si y forcejeó con los niños, a la vez que insultaba a la mujer", precisó.

La fiscalía reclama 10 meses de prisión, inhabilitación y multa, más el pago de una indemnización de 1.385 euros, para el autobusero, D. S. F. por un presunto delito contra la integridad moral y otros tres delitos de menores. Transport Metropolitans de Barcelona figura en la causa como responsable civil subsidiario, aunque la abogada de esta entidad alegó que cuando el autobusero descendió del vehículo a la vía pública no estaba ejerciendo de conductor y era un particular. El acusado negó que hubiera agredido e insultado a la mujer y expresó que él únicamente le indicó que se bajaran del vehículo e intentó hacerle una foto en la calle para defenderse de lo que le decía ella. "Yo no soy racista, no he hecho nada. Mi única intención es que pagaran el billete", aseveró al final del juicio.

La fiscala lo tiene claro: el imputado actuó movido por el "menosprecio, intolerancia e intolerancia" hacia la identidad cultural de la mujer y de su familia. Las expresiones "peyorativas a la procedencia y tradiciones extranjeras" que profirió, el tono elevado de las mismas, el escenario en el que se pronunció (dejó a la familia expuesta a la "mofa" de los viajeros del autobús") y la "progresión del ataque" provocaron que tanto la mujer y sus hijos menores de edad sentimientos de "humillación en menoscabo de su dignidad", a su entender. La acusación particular defendió que la intención del acusado era "denigrar" a la familia por su origen.

"Os gusta vivir gratis en este país"

La mujer se subió con sus hijos al autobús de la Linea V que recorría el trayecto desde la plaza Alfons Comín hasta la Barceloneta. Eran las 18.10 horas. Una de las tarjetas de transporte estaba caducada y el conductor les conminó a pagar el billete. Poco a poco, según las acusaciones, el imputado se fue calentando y empezó a gritar: "Os gusta a vivir gratis en este país", indicándoles que debían abandonar el vehículo.

La incomodidad de la víctima y de sus hijos originó que estos bajaran del autobús. "Que baje del autobús, que baje del autobús. Yo pensé: este señor no esta bien", recordó la mujer en la vista. El conductor arrancó y a unos tres metros paró el vehículo y descendió de él. Se dirigió directamente hacia la denunciante y a sus hijos con el móvil en la mano para hacerles una fotografía.

Aquí la versiones son contrapuestas. El acusado relató que su intención era solo hacerle una foto para defenderse de los ataques que recibía de la mujer y que nunca le agredió ni a ella ni a sus hijos. Sin embargo, la versión de la denunciante es otra: el autobusero le estiró del velo con el que se cubría la cabeza y le gritó "si tienes que vivir así, vete a tu país", tratando de retratarla con el móvil. Sus hijos intentaron impedirlo, pero, según la fiscalía, el conductor del bus les arañó, agarró y les empujaba, a la vez que espetó varias veces a la madre: "puta, zorra, vete a tu país". "Todo el rato me estaba insultando, me tiró del pañuelo y estiraba de los niños", insistió la mujer. Su hija mayor apuntaló la versión de su madre y agregó que mientras profería los insultos, el conductor les miraba de reojo por el retrovisor. "Estaba nervioso. Nos decía sois una guarras, putas", explicó. El juicio quedo visto para sentencia.