Acusado de violación

Primer día de Alves en prisión: examen de los técnicos y problemas con el agua caliente de las duchas colectivas

El futbolista ha pasado su primera noche tranquilo, pero muy abatido

Dani Alves pasa su primera noche en prisión.

Dani Alves pasa su primera noche en prisión.

Juan José Fernández

Ha sido una noche dura la que ha precedido a este sábado en el Departamento de Ingresos de la prisión barcelonesa de Brians I. Pese al gran movimiento que tiene ese centro, dedicado en buena parte a reclusos preventivos, no todos los días llega un VIP deportivo. La noticia de la llegada de Dani Alves corrió rápido en el centro. En medio de una gran expectación se produjo la pasada noche el ingreso del exjugador del FC Barcelona y de la selección de Brasil, sobre el que pesa una acusación de violación.

Alves llegó enviado por los Mossos, después de 17 horas de calabozo y comparecencia ante la jueza Concepción Cantón, que ordenó finalmente su encarcelamiento preventivo. Impactado, en medio de un fuerte abatimiento y sin apenas pronunciar palabra, según fuentes penitenciarias catalanas, se sometió a la toma de huellas y a la sesión fotográfica que sirve de pórtico a todo preso nuevo. El mismo trámite de huellas y foto había seguido también en la comisaría barcelonesa de los Mossos en Les Corts, adonde fue llevado tras su detención.

Alves aterriza este fin de semana en la vida carcelaria. Ha pasado la noche en el área de preventivos procurando la dirección del centro que no esté solo. Estar acompañado de otro preso es la medida de seguridad más primaria para los recién llegados.

Hoy, mientras espera que la familia le lleve ropa, tiene previstas una serie de visitas, las que de manual se realizan a cualquier preso nuevo... pero no todas. El médico ha de realizarle un chequeo, abrirle ficha, anotar los tratamientos que sigue, si los tuviera, y hacerle la prueba de la tuberculina, como ordena el protocolo. Después, durante este sábado, tendrá un encuentro con uno de los educadores de la prisión, un jurista y un especialista de Psicología.

Muy lejos del lujo

Todas son las visitas habituales de recibimiento a una persona ingresada en prisión, pero en el caso de Alves no se producirá la cuarta, la del asistente social, por estimarse que, al no proceder de ningún entorno desestructurado, no es necesaria esa asistencia.

Estos encuentros con profesionales del área de tratamiento de Brians I tienen por objeto reunir información sobre la circunstancias del futbolista con el fin de clasificarlo y decidir en qué módulo estará alojado. La previsión, según las referidas fuentes, es que no sea asignado hasta el lunes, y pase por tanto todo el fin de semana en preventivos.

No será su destino el módulo III, indican. Ese es ahora uno de los que pasan momentos de crispación porque desde hace días no funciona correctamente la televisión. Ese detalle, que fuera de la cárcel puede parecer de poca importancia, intramuros eleva mucho la tensión.

Agua no siempre caliente

Brians es un centro con 30 años de edad y no todas las reformas y reparaciones que demanda. Problemas con el agua caliente han incrementado últimamente la tensión en el centro penitenciario. Precisamente la ducha, por ser Brians como es, será una de las particularidades de los primeros días de Alves entre rejas, muy lejos de la vida de lujo de una estrella del fútbol. En el área de ingresos no las hay propias de la sección. Ha de ducharse el futbolista en las colectivas, donde no todos los grifos funcionan, faltan 'alcachofas' y en algunos puestos sale un espartano caño de agua no siempre caliente.

El retraso en la reparación de las instalaciones de agua caliente esta provocando "altercados regimentales" en Brians I, según había denunciado, 24 horas antes del ingreso de Alves en esa cárcel, la rama catalana del sindicato penitenciario ACAIP.

Alves ha ido a parar a un centro penitenciario donde se cuece además un conflicto laboral. El departamento de Justicia de la Generalitat ha decidido encargar al CIRE (Centre d'Iniciatives per a la Reinserció, un organismo que entrena a los presos en diferentes empleos) la elaboración de la comida de Brians I, una de las últimas prisiones donde todavía hay una contrata externa de catering. La medida, según ha denunciado el mismo sindicato, hace prever el despido de 50 trabajadores.

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