Tribunales

Agresión sexual en Zamora | Imputado por lamer genitales y pechos a una niña y obligarla a hacerle felaciones

La jueza ve indicios de agresión sexual, tras el relato de la menor de 14 años que afirma que la pareja de su madre la sometió durante 3 años

Adolescentes durante la concentración del 25N en Zamora.

Adolescentes durante la concentración del 25N en Zamora. / Ana Burrieza

Susana Arizaga

La menor de 14 años relató cómo la pareja de su madre “la lamía todo el cuerpo, incluidos los genitales y los pechos, al tiempo que la pedía que hiciera lo mismo con él, sacándose su pene e introduciéndoselo en la boca en contra de su voluntad”, para lo que agarraba fuertemente de los brazos a la niña, vecina de Zamora, para inmovilizarla.

En una de las ocasiones, cuando la menor se encontraban en el sofá del salón del domicilio familiar, el imputado, de mediana edad, "intentó penetrar por vía vaginal a la niña”, de acuerdo con el auto de la jueza de Violencia de Género que ve indicios suficientes para imputarle delitos de abuso y agresión sexual a menor de 14 años.

La niña, que nunca dijo nada a su madre porque el acusado la amenazaba, habría soportado las agresiones y los abusos sexuales durante tres años, según ha podido saber La Opinión de Zamora, del grupo Prensa Ibérica.

El acusado, de complexión corpulenta, “se masturbaba” ante la hija de su pareja en el dormitorio de la menor o “le daba besos en la boca”, delitos que cometía aprovechando las noches, mientras la madre de la niña dormía, y los momentos en los que salía a realizar compras, de acuerdo con los hechos que recogen las diligencias abiertas por la Guardia Civil tras producirse la denuncia en febrero de 2021.

El acoso llegó a tal punto que la niña optó en los últimos meses de convivencia, ya con 13 años, por grabarle con su teléfono móvil para protegerse de las agresiones, medio que utilizaba cuando el acusado entraba en la misma estancia de la casa en la que ella estaba para disuadirle de sus intenciones. En alguno de esos vídeos, se observa cómo “la menor esta en su cuarto sobre la cama y el acusado, se aproxima, le agarra de la cabeza con la mano para inmovilizarla y darle un beso, aunque la menor se resiste y, al ver que está grabando, el hombre sale de la habitación”, según consta en la causa.

Otro vídeo recoge a la niña boca abajo en el sofá de la casa diciéndole que se vaya, que está estudiando, “que la deje en paz”, sin lograrlo, ya que el imputado se sube ahorcajadas sobre la espalda de la menor y “frota sus genitales. Cuando se percata de que le está grabando, se levanta, pisa el cuello a la pequeña y se aleja, momento en el que se observa la excitación sexual”, a través del chándal que viste, apuntan fuentes próximas al caso.

Esos vídeos se los envió a alguna amiga, a la que había contado que la pareja de su madre “le hacía cosas”, pero sin especificar qué tipo de actos cometía con ella. La también compañera del instituto guardó las grabaciones, mientras que la menor los borraba de su móvil por miedo a que el encausado los pudiera encontrar en el teléfono y tomara alguna medida contra ella. La niña contó en sus declaraciones que, otras veces, detallan testigos, “le decía que le había bajado la regla para evitar que se le acercara y volviera a intentar tener sexo con ella”.

Las amenazas del hombre con contarle todo a la madre surtían efecto, ya que la niña se quedaba “inmóvil o paralizada en un principio”, dada su corta edad, si bien a medida que fue cumpliendo años se resistía como podía, “de forma activa, llegando incluso a forcejear en alguna de las agresiones sufridas” contra el imputado, de acuerdo con las diligencias judiciales. La corpulencia del imputado, que “empleaba fuerza para reducirla agarrándole fuertemente de los brazos”, agregan la jueza, se imponía y la menor de 14 años quedaba a merced del individuo. El grupo de Emume de la Guardia Civil intervino en las diligencias para proteger a la menor.

La denuncia del instituto

La pequeña tuvo la suerte de contar con amigas que iban con ella a clase al instituto y que la arroparon, después de que las contara lo sucedido sin demasiados datos y alguna de ellas recibiera los vídeos en los que se veía al investigado.

El material resultó imprescindible para que la niña y sus cuatro amigas acudieran a la orientadora del centro escolar ante el constante hostigamiento que la niña aseguraba sufrir. La profesional del instituto elevó el caso a director, que puso el caso en conocimiento de la Dirección Provincial de Educación que denunció en la Guardia Civil.

El hombre, que mecánico en un barco mercante, fue detenido a primeros de marzo de 2021, cuando regresaba a España de uno de los viajes. La jueza del Juzgado de Violencia de Género ordenó su ingreso en prisión en cuanto le tomó declaración, donde permaneció durante tres meses. La Audiencia de Zamora decretó la libertad condicional cuando el abogado de la defensa la solicitó por segunda vez.

La madre de la menor se separó del acusado tras conocer las presuntas agresiones sexuales a su hija, cuyo padre se la llevó a vivir fuera de Zamora para alejarla del imputado.

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