Comunidad Valenciana

"Me dijo que de ahí no salía viva y me golpeó y violó hasta que salió el sol"

El acusado se enfrenta a 21 años de prisión por los delitos de agresión sexual continuada y detención ilegal

El acusado de violar a una mujer a la que tuvo retenida durante horas en un chalet de Turís.

El acusado de violar a una mujer a la que tuvo retenida durante horas en un chalet de Turís. / I. Cabanes

Desnuda y magullada una mujer logró escapar de su presunto violador en Valencia tras golpearle en la cabeza con una botella y recorrer medio kilómetro hasta ser localizada por un agricultor en la carretera CV-50, cerca de Turís. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local localizaron a su presunto agresor inconsciente con un fuerte traumatismo en la cabeza, e incluso en un primer momento lo dieron por muerto hasta que uno de ellos comprobó que todavía tenía pulso. Ahora el presunto violador, que acabó en la UCI y sobrevivió a las heridas, se enfrenta a penas de 21 años de prisión.

Los hechos ocurrieron la noche del 2 al 3 de junio de 2020, durante las restricciones de movilidad por la pandemia. Víctima y presunto agresor se conocían desde hacía años y habían quedado para beber y consumir cocaína en el chalet de éste, cerca de Turís. Sin embargo, en un momento dado de la velada el acusado comenzó a ponerse violento con su amiga y la obligó mediante amenazas a tener sexo, según el escrito de acusación del fiscal, llegando a esgrimir tanto un cuchillo como un hacha –localizada posteriormente por la Guardia Civil en la casa–.

"Me dijo que de ahí no salía viva y me golpeó y violó hasta que salió el sol", relató ayer en el juicio celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia la víctima, de 40 años. "No tenía derecho a pegarme y ultrajarme de esa manera, por supuesto que le di con una botella, pero le golpeé una sola vez y era para poder escapar de allí", remarcó la agredida al ser interrogada por el letrado defensor, Manuel Esteban.

La víctima logró zafarse de su agresor, que fue localizado inconsciente, tras golpearle en la cabeza con una botella

La tesis que sostiene la defensa del procesado, un vecino de Turís de 69 años, es que la mujer habría denunciado la violación al marcharse de allí pensando que había matado a su presunto agresor. Así, en su informe de conclusiones esgrime que el relato que realizó la víctima, que asegura que el acusado la persiguió fuera de la casa después de haberle golpeado en la cabeza, es incompatible con el estado en el que fue encontrado el presunto violador, con la cabeza abierta tras recibir cinco golpes y al borde de la muerte.

No obstante, la Fiscalía mantiene que el acusado retuvo durante horas a la víctima y le propinó golpes al tiempo que la amenazaba de muerte: «te voy a matar hija de la gran puta». Además, con ánimo de saciar sus deseos libidinosos, la habría violado en reiteradas ocasiones, tanto vía vaginal como obligándola a hacerle varias felaciones, sin que haya constancia de que llegara a eyacular.

De ahí que el Ministerio Público solicite una pena de quince años de prisión por un delito continuado de agresión sexual con acceso carnal y uso de instrumento peligroso. Así como seis años más por el delito de detención ilegal y una multa de 1.080 euros por un delito leve de lesiones. En concepto de responsabilidad civil solicita que el acusado indemnice a la víctima con 17.250 euros por las lesiones y las secuelas psíquicas.

Por su parte, el acusado negó ayer en el juicio haber tenido sexo con la mujer, ni consentido ni mucho menos haberla obligado mediante golpes y amenazas. Según la versión que dio al tribunal, al principio de la noche "estábamos bien, había sintonía", pero todo empezó a torcerse cuando a las siete de la mañana se les acabó la cocaína.

"Ella se puso agresiva porque yo no quería bajar a València a por más, con la castaña que llevaba no podía coger el coche para ir a comprar más droga", argumentó el acusado.

El procesado reconoce que empujó a la mujer y le dio «dos guantazos», y que fue entonces cuando ésta cogió un objeto contundente y le dio en la cabeza. "Me desperté en el Hospital de Manises con goteros y la cabeza abierta", añadió.

El testimonio de la víctima fue bien distinto. La mujer reconoció que salvó la vida gracias a dejar inconsciente a su agresor, quien cuando trató de escapar la arrastró de los pelos y la volvió a introducir en la casa. "No paraba de pegarme, estaba enajenado, no sé de dónde salía tanto odio".

La defensa se ampara en la ausencia de restos biológicos de su patrocinado tras las muestras analizadas por el Instituto Nacional de Toxicología. Y trata de justificar las múltiples lesiones que presentaba la mujer en que ésta se habría caído huyendo desnuda por el monte.