La alerta vino desde Estados Unidos después de que los algoritmos de Microsoft detectaran que un vecino de un municipio de la Foia de Castalla estaba almacenando archivos de pornografía infantil en su nube. Los sistemas de inteligencia artificial se están convirtiendo en una eficaz herramienta para perseguir contenidos pedófilos en la red. El acusado se sentó este jueves en el banquillo en la Audiencia de Alicante tras la denuncia recibida por las autoridades españolas desde Estados Unidos. La delincuencia en la red deja un rastro que cada vez los sofisticados sistemas de los gigantes de internet son capaces de rastrear y perseguir.

El acusado utilizaba una aplicación a través de las que entraba a grupos de chat donde se compartía material pedófilo, fotografías y vídeos sexuales en el que aparecían menores de edad en actitudes explícitas. A lo largo del año 2018, logró acumular cerca de un centenar de archivos que se descargaba de ese canal a través del teléfono móvil y que luego almacenó en su ordenador personal. Algunos de estos archivos acabaron subiéndose a la nube de Microsoft, la aplicación OneDrive, y enseguida se dispararon todas las alarmas sobre la presencia de contenido pedófilo.

El acusado, que estaba defendido por el abogado Francisco Moreno Arranz, alegaba que los archivos nunca fueron compartidos con terceras personas y que solo los tenía para su propio consumo. Inicialmente la Fiscalía reclamaba penas de cinco años de cárcel al entender que los archivos sí que se compartieron con terceras personas. Sin embargo, al término del juicio, desde el Ministerio Público se acabó pidiendo un año de cárcel, al no haberse podido acreditar la difusión del material pedófilo.

La denuncia

Microsoft One Drive es un servicio de almacenamiento digital en la nube que permite a sus usuarios almacenar archivos, intercambiar vínculos de acceso a carpetas con archivos con otros usuarios, o estar integrados en grupos con acceso colectivo a la información almacenada. El Centro Nacional de Niños Explotados y Desaparecidos (NCMEC) fue la ONG que recibió de Microsoft la alerta de que desde la provincia, un usuario estaba almacenando pornografía infantil en sus ordenadores. Este colectivo es el que se encarga en Estados Unidos de canalizar las denuncias ciudadanas y de los principales proveedores de internet sobre la presencia de material pedófilo en la red. 

Concretamente, en este caso desde Microsoft se alertó de que se estaban subiendo a sus servidores archivos de pornografía infantil. Las autoridades norteamericanas, a su vez, trasladaron estos hechos al Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada de la Policía Judicial de Alicante. La Policía practicó el registro en el domicilio e intervino el material ilegal tras pedir la orden en un juzgado de Ibi. 

Archivos cuya mera posesión ya es delictiva

No es el primer caso de vecinos de la provincia en el que los algoritmos de las grandes plataformas de internet han sorprendido con material pornográfico con menores. El pasado mayo otro vecino de Alicante era acusado de este delito por los archivos que guardaba en su servidor de Google Drive. En este caso, los archivos estaban almacenados y no había constancia de que se hubiera compartido por terceras personas. De hecho, durante el registro domiciliario los agentes no pudieron encontrar ningún archivo en sus ordenadores. J.A.M.


Inicialmente desde el Ministerio Público se consideraba que el acusado había compartido con otros usuarios estos archivos. De hecho, existe la posibilidad de que terceras personas pudieran acceder a esas carpetas. Este punto evitó que se pudiera alcanzar algún tipo de acuerdo entre el Ministerio Público y la defensa. Sin embargo, en este caso los informes periciales no pudieron determinar que el acusado hubiera compartido con terceros ese material. Motivo por el que la acusación se quedó en una mera tenencia del material pornográfico.

Las Fuerzas de Seguridad están detectando un aumento del uso de plataformas virtuales de almacenamiento para guardar estos archivos, utilizando sistemas de encriptado con los que pretenderían burlar los controles de los algoritmos que intentan detectar contenidos prohibidos. La nube puede brindar una mayor accesibilidad desde cualquier dispositivo, compartiendo archivos con gran facilidad y después borrándolos rápidamente para evitar su localización con facilidad en el caso de que hubiera un registro o tuvieran sospechas de que pudieran ser localizados.

Condenado otro acusado con miles de archivos

La Audiencia Provincial ha condenado a dos años de prisión a un vecino de Alicante al que le intervinieron millares de archivos con material pornográfico con niños y menores de edad durante un registro domiciliario. El acusado se declaró culpable en un juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia. La Policía había detectado que desde su ordenador se había descargado masivamente material prohibido desde diversas aplicaciones P2P, motivo por el que se practicó un registro en su domicilio el 19 de septiembre de 2019.

El acusado entregó un total de 1.364 DVDs guardados en 56 tarrinas y cuatro libretas en las que tenía anotado un índice con su contenido. Algunos de los vídeos con nomenclatura pedófila mostraban a menores de entre cuatro y siete años en actitud sexual. En otros aparecían menores atadas, así como introducción de objetos en sus partes íntimas.

También fueron encontrados archivos de este tipo en el análisis del ordenador de su domicilio y en un disco duro con capacidad de 500 GB.

El fallo, además de los dos años de prisión pactados entre la Fiscalía y la defensa, se le inhabilita para cualquier profesión relacionada con menores de edad durante cuatro años, y libertad vigilada. Al haberse cerrado el juicio con una conformidad, la sentencia es firme y contra ella no hay posibilidad de recurso.