La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado esta mañana a un hombre de 63 años, que trabajaba como celador en el Hospital General de Ontinyent, por realizar tocamientos en la zona genital a una menor de 16 años que se encontraba anestesiada tras una intervención de extirpación de amígdalas. El acusado se enfrenta a diez años de prisión, según la petición del Ministerio Fiscal. 

El juicio se ha celebrado a puerta cerrada. Además del celador figuran como responsables civiles la aseguradora de la Generalitat y la Conselleria de Sanidad. 

La Fiscalía sostiene que cuando la menor se encontraba en la sala de reanimación de la anestesia, el procesado deslizó su mano por debajo de la ropa interior y le tocó sus partes íntimas.

El hombre actuó delante del anestesista y de una enfermera, que fue la que puso los hechos en conocimiento de la subdirectora económica del hospital.

Como consecuencia de los tocamientos, la menor sufrió la perforación del hímen "compatible con acceso carnal de miembros corporales por vía vaginal", según consta en el escrito de acusación del fiscal.

El Ministerio Público pide para el celador una pena de diez años de prisión por un delito de abuso sexual a menor con acceso carnal. 

Al finalizar la vista oral, familiares de la víctima han esperado la salida del furgón que traslada de regreso a prisión al presunto violador de la adolescente para desahogar su rabia con insultos, golpes al vehículo de la Guardia Civil y el lanzamiento de objetos contra el transporte de presos.