La Guardia Civil ha detenido en Valencia a un veterinario de 59 años por cortar ilegalmente crestas a casi 4.500 gallos para peleas. La detención, en el marco de la operación Cornellius, atribuye al presunto autor un delito de falsedad documental y un delito continuado de maltrato animal.

Tras tener conocimiento del decrestado y desbarbado de gallos por parte de un veterinario que ejercía en la provincia de Valencia, los investigadores solicitaron a su clínica veterinaria las actas pertinentes para esta actividad.

Tras analizarlas, la Guardia Civil descubrió más de un centenar de documentos en los que figuraban 4.445 gallos tipo "combatiente español" decrestados y desbarbados, tanto machos como hembras.

El veterinario llevó a cabo este tipo de maltratos a los gallos en 17 provincias españolas: Alicante, Almería, Asturias, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Castellón, Granada, Huelva, Madrid, Murcia, Palma de Mallorca, Pontevedra, Sevilla, Toledo, Valencia y Zaragoza. En algunas de ellas ni siquiera llegó a estar presente, extendiendo un acta falsa.

Las diligencias han sido entregadas a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Valencia.

Una práctica habitual en las peleas ilegales de gallos

El decrestado de gallos se utiliza legalmente por bienestar animal y, exclusivamente a los machos. En este sentido, la legislación marca que solo puede realizarse en menos de 72 horas desde su nacimiento.

Sin embargo, esta práctica es utilizada también para las peleas ilegales de gallos. En este caso, el veterinario detenido en Valencia mutiló a los gallos cuando estos tenían un mes, tres e incluso nueve.

Este hecho trae como consecuencia un postoperatorio muy doloroso, ya que afecta a numerosas terminaciones nerviosas.