Un murciano de 56 años de edad ha aceptado una pena de dos años de prisión (aunque no entrará en la cárcel) tras admitir en el juicio que es culpable de un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, tal y como se recoge en la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia

Los hechos que el hombre ha reconocido tuvieron lugar hace más de un lustro, aunque han acabado juzgándose en 2022. El sujeto, vecino de Las Torres de Cotillas, estaba en un grupo de WhatsApp en el que había 569 participantes. Con su número, que estaba registrado a nombre de una droguería del pueblo, procedió a compartir imágenes de pornografía infantil. En las instantáneas aparecían menores de 12 años de edad, víctimas de abusos sexuales. El individuo las mandó al grupo "con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos", apunta la resolución judicial. Su acción dio lugar a que se abriese una investigación.

Orden judicial en mano, dictada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1 de Molina de Segura, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad procedieron a registrar el domicilio de este hombre, al que le fue intervenido el teléfono móvil, para analizarlo y ver qué material delictivo guardaba.

La vista oral se resolvió con una conformidad. El sujeto es condenado a dos años entre rejas, aunque se le concede el beneficio de la suspensión de la pena privativa de libertad con la condición de que durante 24 meses no cometa delito alguno, a lo que él se comprometió. La sentencia se notificó en la sala y es firme.