Una operación conjunta de la Guardia Civil, la Gendarmería Francesa, Policía Nacional, Mossos d´Esquadra y Agents Rurals de Girona ha permitido desarticular una red dedicada al tráfico de residuos procedentes de Francia y que acababan depositados ilegalmente en Girona, Barcelona y Lleida. En total ha habido nueve detenidos y se ha investigado a otras 10 personas. Los considerados cabecillas ya han ingresado en prisión en Francia.

La voz de alarma la dieron el Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Girona y el Cos d'Agents Rurals de la misma provincia, que en enero de 2021 se dieron cuenta de que en un vertedero se depositaban residuos procedentes de Francia y el proceso presentaba irregularidades, según han informado los cuerpos policiales en una nota conjunta sobre la Operación Dechet.

Los desechos procedían de una planta de reciclaje de la zona de Nimes, y eran declarados como procedentes “de la construcción y demolición”, cuando en realidad se trataba de residuos catalogados como “impropios”. Se componían de plásticos, papeles y cartones mezclados y que finalmente se unían con material rocoso del propio vertedero gerundense, de forma que se disimulaba su composición real y eran finalmente enterrados para ocultar su no gestión, con el consiguiente grave daño al medio ambiente.

En paralelo, tanto Mossos como Agents Rurals, detectaron en la provincia de Girona acumulaciones y descargas de residuos en diferentes puntos, como naves industriales, campos agrícolas o vertederos de residuos de construcción y demolición (RCD) no autorizados, en los que no se respetaba la normativa dela Agència de Residus de Cataluña.

30.000 toneladas

Para ello falsificaban la documentación relativa a los traslados, de tal forma que podían camuflar los realizados ilícitamente a los cuatro destinos identificados: dos en Girona, uno en Lleida y otro en Barcelona, según comprobó la Guardia Civil en las más de 30 inspecciones realizadas.

En diferentes registros se ha podido determinar que, desde mediados de 2020, se habrían introducido en España de manera ilícita más de 30.000 toneladas de residuo impropio, supuestamente para reciclaje, lo que le supuso a la red ganancias millonarias. La mayoría fue enterrado en los dos vertederos clausurados por orden judicial en la provincia de Girona.