Luis Lorenzo y su mujer, Arancha Palomino, seguirán en libertad con las medidas cautelares que la jueza ya acordó el pasado 27 de mayo: retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional y comparecencia semanal en el juzgado, según ha podido saber CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica.

Es la decisión de la magistrada que investiga el presunto homicidio de María Isabel Suárez, acordaba en una nueva vista que se ha celebrado a petición de la acusación.

La jueza ha respaldado así la petición de la fiscalía, que entiende que no hay riesgo de fuga, de reiteración delictiva ni de destrucción de pruebas. Por el contrario, la acusación particular, que representa al hermano de la fallecida, había pedido que el matrimonio ingresara en prisión provisional ante "la gravedad de los hechos" que se le imputan.

A su llegada al juzgado de instrucción número 9 de Arganda del Rey (Madrid), Luis Lorenzo y su mujer no han hecho declaraciones y se han limitado a manifestar que afrontaban la vista con "serenidad".

Como adelantó CASO ABIERTO, esta misma semana la mujer que cuidó de María Isabel Suárez durante su último mes de vida declaró ante la jueza y aseguró que "nunca vio nada raro" ni nada que le haga sospechar que la pareja pudo envenenar a la mujer.

Según explicó, la señora ya estaba enferma cuando ella empezó a atenderla: "cuando llegué a trabajar a la casa de Luis y de Arancha, la anciana podía andar pero sujetándola, tenía dificultad para comer y, a medida que pasaban los días, ya tenía dificultad hasta para llegar al baño. Dos o tres semanas después de llegar yo, Isabel ya estaba postrada en la cama".

Estaba atendida

Ante la jueza, la cuidadora matizó la declaración la declaración que prestó en la Guardia Civil y afirmó que la víctima estaba bien atendida por la pareja: "cuando llegué, observé que la casa no estaba adaptada y no había pañales, pero entonces Isabel no los usaba porque era independiente (...). Hablé con los señores de que Isabel necesitaba más ayuda, una silla de ruedas, una ducha... En ningún momento me negaron la compra de lo que fuese que necesitase".

La autopsia practicada a la anciana, fallecida el 28 de junio de 2021, detectó que tenía concentraciones de cadmio y manganeso en la sangre, 200 veces y 20 veces, respectivamente, por encima de los niveles normales.

También encontró, gracias a los análisis toxicológicos, restos de quetiapina, risperidona, aripiprazol y haloperidol en su organismo. El forense concluyó que "resulta infrecuente asociar cuatro antipsicóticos diferentes de forma simultánea". El fiscal ha solicitado un nuevo informe forense para aclarar cómo se produjo la muerte.