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La investigación del naufragio del 'Villa de Pitanxo' se queda en la Audiencia Nacional

El magistrado elude plantear de momento una cuestión de competencia tras el rechazo del juzgado de Marín a asumir la causa | La decisión de ordenar bajar al buque, en sus manos

El “Playa Menduiña Dos”, a su llegada a St. John’s con los supervivientes y cadáveres a bordo. / G. LOCKE

El naufragio del pesquero Villa de Pitanxo se produjo fuera de aguas de jurisdicción canadiense y en una embarcación de pabellón español. Son dos circunstancias que acercaron la investigación, desde el inicio, a dos juzgados de distinto rango. La Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra remitió sus primeras diligencias a la Audiencia Nacional, tras haber interrogado a los tres supervivientes y a la tripulación del buque que los rescató, el Playa Menduiña DosFiscalía del alto tribunal entendió que, pese a tratarse de un siniestro ocurrido en aguas internacionales, la causa debía instruirse en un juzgado territorial, y en la localidad donde el Pitanxo tenía puerto base. Pero el juzgado de Marín se inhibió de nuevo en favor del de Madrid, al considerar que no era de su competencia. Un baile que ha dejado el caso, de nuevo, en manos del magistrado Ismael Moreno, que ha practicado actuaciones de calado: retiró el pasaporte al capitán del pesquero, Juan Enrique Padín, al que tomó declaración como investigado (imputado). Y admitió además a trámite querellas de al menos cinco familias, también contra la armadora Nores, por cuatro presuntos delitos: homicidio por imprudencia grave, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y encubrimiento. Y ahí, en el juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, va a continuar esta causa.

El juez “no se ha decidido todavía a presentar una cuestión de competencia”, constatan fuentes del alto tribunal, razón por la que la causa avanza en esta sala. Por este motivo, a menos que Moreno cambie de criterio, el Tribunal Supremo no tendrá que decidir dónde continúa la instrucción. “No tiene nada que decidir, lo lleva el juzgado de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional”, inciden las mismas fuentes. Será Ismael Moreno, por lo tanto, el que decida si admite a trámite la nueva querella que ya han anticipado las familias de los fallecidos, ahora contra el sobrino del capitán, Eduardo Rial, que solo fue citado en calidad de testigo. Según la declaración prestada por uno de los marineros del Playa Menduiña Dos, tanto Padín como Rial trataron de echar de la balsa salvavidas al tercer superviviente, Samuel Kwesi Koufie. Este marinero, asentado en Marín y de procedencia ghanesa, le contó que tuvo que arrojarse a ella y que la primera reacción del patrón y de su sobrino fue empujarlo hacia fuera. “Logró saltar sobre una de las balsas salvavidas en la que estaba, entre otros, Juan Padín y Eduardo. En ese mismo instante Juan y Eduardo verbalmente le indicaban que se fuera de la balsa”. En medio de un temporal y con el agua del mar a 2 grados, con una sensación térmica de -17º, Koufie sobrevivió sin llevar puesto el traje de supervivencia, que sí vestían los otros dos tripulantes que salvaron la vida en el naufragio. Tampoco lo portaban los nueve marineros –la tripulación era de 24 personas– de los que sí se recuperaron sus cadáveres.

Deberá determinar si acepta la querella contra Eduardo Rial, sobrino del patrón

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Bajada al barco

Teniendo en cuenta que el Gobierno asegura que no se organizará una misión al pecio hasta que no haya un mandato judicial, también estará en manos de Ismael Moreno, previsiblemente, la adopción o no de una decisión de este calado. Las familias defienden que la grabación del pecio, por el estado del aparejo o los sistemas de desagüe, arrojarán pistas determinantes para esclarecer las causas del mayor siniestro para la pesca gallega desde 1978. En caso de que prosperen sus demandas, sería necesario un buque nodriza dotado de sondas de barrido lateral o magnetómetros y capacidad para llevar a bordo un ROV (remoted operated vehicle). Éste, unido a superficie con una especie de cordón umbilical, aportaría imágenes del Villa de Pitanxo, que está a una profundidad de hasta 1.000 metros. Dadas las duras condiciones del caladero de NAFO, y como consta en un informe pericial realizado a instancias de los familiares, esta misión debería realizarse en los meses de julio o agosto, cuando las condiciones meteorológicas son más propicias.

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