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Autopsia

Los niveles de cadmio en la sangre de la tía de la pareja de Luis Lorenzo apuntan al homicidio

Los forenses determinan que presentaba una concentración 200 veces superior al límite de lo que los médicos consideran normal, y de manganeso más de 20 veces superior al límite máximo aconsejado

Luis Lorenzo y Aránzazu Palomino, el lunes, tras comparecer en el Juzgado número 9 de Arganda. EP

El informe definitivo de la autopsia al que ha tenido acceso La Nueva España, y una grabación de audio podrían provocar un giro en la investigación del envenenamiento hace un año de la vecina de Grado Isabel Suárez Arias, de 85 años de edad, por el que han sido imputados su sobrina, la avilesina Aránzazu Palomino, y el marido de esta, el actor Luis Lorenzo. El análisis del cadáver reveló la presencia de niveles muy altos de dos metales pesados, lo que llevó a los forenses a descartar la muerte por causas naturales, certificada inicialmente. Los autores del informe definitivo de la autopsia concluyen que la muerte de la mujer se produjo por un fallo multiorgánico, causado por una “intoxicación aguda” y que la etiología (causa) “médico legal más probable es homicida”.

El análisis forense realizado al cadáver de Isabel Suárez ha revelado que presentaba una concentración de cadmio 200 veces superior al límite de lo que los médicos consideran normal, y de manganeso más de 20 veces superior al límite máximo aconsejado. Todo ello con una particularidad sumamente importante: no se hallaron restos de los dos metales venenosos ni en el pelo ni en el hígado de la fallecida. ¿Qué significa esto? Que Isabel Suárez ingirió tanto el cadmio como el manganeso muy pocos días antes de su muerte, lo que ha llevado a los forenses a concluir que ingirió los dos metales venenosos por vía oral, y que su muerte es compatible con una acción “homicida”. Añaden que es “muy poco probable” que la ingesta fuera “suicida o accidental”, ya que no aparecieron productos ingeridos en el análisis realizado en el momento de la muerte, acaecida el 28 de junio del año pasado.

A los forenses les sorprende asimismo la medicación detectada en la sangre y el cabello, especialmente psicofármacos de tipo antipsicóticos y neurolépticos. Admiten que desconocen la medicación que tenía pautada la mujer en los días previos a su defunción, pero subrayan que resulta “infrecuente asociar cuatro antipsicóticos diferentes de forma simultánea”. Dos de ellos los tomó, según señalan, “desde tres meses antes del fallecimiento, añadidos a los otros dos que ya tomaba con anterioridad”. Se da la circunstancia de que Isabel Suárez murió tres meses y tres semanas después de que abandonara Asturias y se instalara en la casa madrileña de Luis Lorenzo y Aránzazu Palomino.

El descubrimiento de los forenses incrementa las sospechas de los hermanos de la víctima de que fue asesinada. Tanto ellos como los vecinos de la fallecida subrayan que, pese a su avanzada edad, su salud era “muy buena”, que se valía por si misma sin ayuda “para todo” y que llevaba una vida “normal”. Ponen como ejemplo que iba todas las semanas en tren al mercado del Fontán, en Oviedo, donde vendía patatas, huevos, nueces, manzanas...

Tampoco les cuadra la aseveración de su sobrina de que padecía alzhéimer. Todos los consultados por este periódico, tanto en Grado como en Valduno, localidad esta última del concejo de Las Regueras donde había vivido durante más de cincuenta años y a la que acudía todas las semanas a atender a sus animales y sus plantaciones, aseguran que estaba “perfectamente de cabeza” y que nunca notaron falla mental alguna, pues el único problema conocido era una ligera sordera.

Familiares y vecinos sostienen que Isabel Suárez pudo no haber ido por propia voluntad a la casa de sus sobrinos en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. De hecho, un hermano de la fallecida, José María Suárez, denunció hace una año en el Juzgado de Grado la “desaparición”. Sospecha que su hermana fue presuntamente “secuestrada y envenenada” y está dispuesto a “ir hasta el final, cueste lo que cueste, para que se averigüe toda la verdad y se haga justicia”. Cuenta con el apoyo de sus dos hermanos y el resto de la familia directa de Isabel Suárez. Los dos investigados han negado tajantemente todas las acusaciones y aseguran que demostrarán “documentalmente” su inocencia.

Pero este martes se conoció otro elemento que podría ayudar a la resolución del caso. Unos vecinos del edificio en el que reside el matrimonio investigado entregaron al programa 'Sálvame', de Telecinco, una grabación de audio en la que se recoge, supuestamente, una conversación entre Luis Lorenzo, Aránzazu Palomino e Isabel Suárez. La grabación, que no se emitió en abierto, fue escuchada por varios presentadores y colaboradores del programa, entre ellos la abogada Montse Suárez. Esta última, tras escuchar la conversación, entregó el audio a la Guardia Civil, al considerar que podría ayudar a esclarecer lo ocurrido.

Según manifestaron quienes escucharon el audio, en él se aprecia un trato “humillante y vejatorio” hacia la octogenaria, así como severos reproches y un puñetazo en una mesa. Casi toda la conversación gira en torno al dinero y, según quienes la oyeron, deja claro que no había buena relación entre el matrimonio y la fallecida. La grabación se realizó días antes de la muerte de Isabel Suárez, que había declarado poco antes heredera universal de todos sus bienes a la investigada. Será ahora el juez instructor el que decida si la grabación es aceptada como prueba. Resta asimismo constatar que los intervinientes son la fallecida y sus sobrinos.

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