El caso de Esther López, cuatro meses después de su desaparición y el hallazgo posterior de su cuerpo sin vida en Traspinedo (Valladolid), permanece abierto con certezas, descubiertas a través de la autopsia practicada al cadáver, y con dudas, centradas en si su fallecimiento fue accidental o si pudieron intervenir terceras personas, por comisión o por omisión.

Fue el pasado 12 de enero cuando la familia de la víctima, de 35 años, la vio por última vez, mientras la madrugada del día 13 de enero, jueves, fue el momento en el que amigos de la mujer le perdieron la pista.

Desde su desaparición, que los allegados de Esther denunciaron el día 17 del primer mes del año, distintas unidades de expertos de la Guardia Civil y perros adiestrados, además del apoyo material de helicópteros y drones, trataron de dar a diario con el paradero de la mujer, a la que además buscaron en cuatro batidas con el apoyo de vecinos del pueblo.

Pero no fue hasta el sábado 5 de febrero cuando un senderista halló el cuerpo sin vida en una cuneta, en Traspinedo, una localidad de unos 1.100 habitantes, en la que residía la víctima y donde fue vista por última vez aquella madrugada.

En concreto, el cuerpo de Esther López fue localizado decúbito prono -tendido boca abajo con la cabeza de lado- en el fondo de una cuneta de la carretera VP2303, en dirección al pueblo.

Las hipótesis de la autopsia

La autopsia del cadáver, llevada a cabo por cuatro forenses, desveló que la muerte pudo ocurrir a causa de un atropello en un lugar distinto al que fue hallado su cuerpo.

"No se puede descartar que el lugar del atropello haya sido distinto del lugar donde se encontró el cuerpo", establecieron los médicos forenses, que detallaron que, a partir de los hallazgos encontrados en el cadáver, en el supuesto de que hubiera sido movido, se habría hecho en las primeras horas después del fallecimiento.

Los especialistas, en función del estudio de las lesiones del cuerpo, consideraron que el suceso consistió en un atropello en vida por vehículo a motor, "producido a media o baja velocidad", con la influencia en la causa de la muerte de otros factores como la intoxicación etílica, consumo de cocaína e hipotermia.

Levantamiento del cadáver de Esther López. Claudia Alba

Matizaron que las lesiones traumáticas encontradas en el cadáver, por sí mismas y de manera aislada, no tuvieron entidad suficiente para producir la muerte de manera instantánea.

El informe reflejó que las lesiones se produjeron en vida, "hubo supervivencia desde la producción de las mismas y el fallecimiento".

Los forenses concluyeron que la muerte de Esther López fue de etiología accidental u homicida por un atropello y que la causa inmediata del fallecimiento fue un shock multifactorial, además de situar la data de la muerte durante la madrugada-mañana del 13 de enero, fecha en la que se supone que la víctima fue vista por última vez viva.

Tres investigados

Tras personas permanecen por el momento como investigadas por su supuesta vinculación con la desaparición y muerte violenta de la mujer, Óscar, Ramón y Carlos.

Ramón permaneció detenido seis jornadas por orden judicial, tras lo que fue puesto en libertad con una serie de medidas, entre ellas la imposibilidad de abandonar España.

En la actualidad, no pesa sobre él ninguna de las prevenciones dispuestas en principio y sólo permanece en la causa como investigado.

En cuanto a Óscar, la Guardia Civil inspeccionó su vivienda situada en Traspinedo, además de su turismo, un Volkswagen T-Roc gris, dentro de las indagaciones que lleva a cabo sobre el caso.

Siempre ha mantenido, en tres declaraciones como testigo y una como investigado ante el instituto armado, además de otra ante la jueza de Instrucción Número 5 de Valladolid, que la madrugada del 13 de enero fue en su coche con Esther y Carolo, al que dejó en su casa.

Después, Esther quiso continuar de fiesta y, aunque según la declaración de Óscar él la invitó a dormir a su casa - él había dormido más veces en la vivienda de Esther por que era amigo de su hermana-, ella prefirió bajar del vehículo con intención de dirigirse al domicilio de Carolo.

Vecinos piden que se resuelva el caso. Iván Tome

Óscar, quien ha sostenido que no la volvió a ver desde entonces, apeló el pasado 28 de abril a la presunción de inocencia y denunció a través de un comunicado el "acoso" que sufre por medios de información que han llegado a personarse en su vivienda particular.

En el caso de Carolo, ha declarado ante la Guardia Civil, sin que haya trascendido si ha sido llamado a comparecer ante la juez ni el contenido de sus manifestaciones ante el instituto armado.

El Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid decidió el pasado 27 de abril que Óscar, tras su declaración, continúe en libertad porque no existe un relato de cómo sucedieron los hechos y lo que existen son indicios o sospechas que obligan a seguir investigando.

La familia de Esther López está personada en la causa y se encuentra a la espera del resultado de las muestras recopiladas por la Guarda Civil en distintos escenarios, entre ellas la vinculada con la posible manipulación del navegador del coche de Óscar S., para la que se cursó una orden europea con el fin de que la casa matriz de la marca del vehículo desarrollara esta comprobación.

El día 13 de cada mes, desde la desaparición de Esther, familia, allegados y vecinos de Traspinedo se concentran en la plaza mayor de la localidad para pedir justicia y recordar a la víctima, a la que describen como la joven de "la sonrisa eterna".

La concentración está convocada de nuevo para este viernes, 13 de mayo, en la Plaza Mayor de Traspinedo, a las 19,30 horas.

La investigación sobre el caso continúa abierta, mientras parte de las actuaciones continúan secretas por orden judicial.