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Autogestión polémica

La ausencia de cámaras en los Mossos empuja a agentes a grabar vídeos por su cuenta

Los sindicatos de la policía catalana reactivan la reclamación al saber que la Guardia Urbana de Barcelona sí dota a sus policías de dispositivos

La ausencia de cámaras en los Mossos empuja a agentes a grabar vídeos por su cuenta.

La Conselleria de Interior hace años que estudia dotar a los agentes de los Mossos d’Esquadra de cámaras unipersonales que permiten registrar las actuaciones más complejas. Pero todavía no lo ha hecho. En un contexto en el que cualquier intervención de los policías puede ser grabada por el teléfono móvil de los ciudadanos –y después esos vídeos pueden también ser difundidos por las redes sociales, a veces fragmentados y descontextualizados, sumiendo a los policías en juicios públicos que pueden terminar también siendo juicios de verdad– cada vez hay más agentes de la policía catalana que, a la espera de que la Conselleria d’Interior, han decidido grabar imágenes por su cuenta en las actuaciones, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio. No son mayoría, pero abren un debate espinoso.

"Compran cámaras GoPro y se buscan un poco la vida como pueden", detallan fuentes policiales. "O usan el teléfono móvil y se lo colocan de forma discreta en el bolsillo del uniforme", añaden otras. Son sistemas caseros que substituyen la ausencia de cámaras oficiales y que fuentes de la Conselleria d'Interior, consultadas por este diario, rechazan criticar a pesar de que razonan que lo más indicado es que estas grabaciones se efectúen con todas las garantías. La Guardia Urbana, por ejemplo, ha distribuido las cámaras unipersonales para grabar actuaciones complejas y ha elaborado un protocolo que, según subrayó ayer lunes en rueda de prensa Albert Batlle, responsable de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, garantiza que su uso no será generalizado, se reservará para actuaciones complejas y los agentes no tendrán acceso a los archivos de vídeo. Los archivos grabados por las cámaras de la Urbana se encriptan y no pueden ser manipulados por el policía, preservándose de ese modo la cadena de custodia dado que se trata de documentos gráficos que pueden terminar en un juicio o formando parte de un expediente de asuntos internos por un caso de mala praxis.

Con las imágenes que los Mossos capturan con cámaras muy similares a las de la Urbana solo cuando hacen uso de las pistolas eléctricas Taser ocurre algo muy parecido. Pero con las imágenes que algunos agentes del cuerpo catalán toman por su cuenta en intervenciones en las que se sienten expuestos, no. Se trata, entonces, de una práctica no regulada que puede acarrear problemas internos. En este segundo caso, los policías sí tienen acceso a las imágenes y además las obtienen sin que medie ningún protocolo de captación que, entre otras cosas, estipula que debe informarse al ciudadano si está siendo grabado.

"Contamos con presupuesto para comprar cámaras de vídeo para los Mossos, creemos que es una herramienta útil y ya estamos haciendo pruebas para decidir qué modelo y cómo las implantaremos", avisan desde la Conselleria, sin entrar a valorar si se dará o no instrucciones acerca del uso de dispositivos mientras no llegan las oficiales.

"Los agentes prefieren exponerse a ser expedientados que quedarse con el culo al aire en un juicio", razonan sindicatos de la policía catalana, que también evitan criticar esta autogestión y recuerdan que hace varios años que reclaman a la Conselleria que haga lo mismo que ayer anunció el Ayuntamiento de Barcelona.

Cámaras con las pistolas eléctricas

"Hace años que se nos promete cámaras de uso unipersonal desvinculado de las pistolas", recuerda Nacho Álvarez, portavoz del Sindicat de Mossos d'Esquadra (SME). "No hay nada que aporte más seguridad jurídica a un agente que la grabación de una cámara", subraya el portavoz de SAP-FepolToni Castejón. "No tenemos nada que esconder", remarca. Y la realidad demuestra, continúa Castejón, citando los casos de policías europeas que han dotado a sus agentes de estas cámaras, que "los casos de agresiones a policías" pero también "los casos de mala praxis policial" caen en picado cuando los agentes disponen de estos dispositivos. 

"Es una herramienta fundamental", añade David Miquel, portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC). "Celebramos que ahora la Guardia Urbana también disponga de él pero no comprendemos por qué Batlle, que también fue director de los Mossos cuando nosotros ya las reclamábamos, no consideró oportuno comprarlas y ahora sí". "La noticia de ayer es la de otr a policía que también pasa por delante de los Mossos en la dotación de cámaras a sus agentes", lamenta Albert Palacio, portavoz de USPAC, que defiende que si existe agentes del cuerpo catalán que hayan optado por la autogestión se debe a que "la justicia" ya ha demostrado, en causas recientes, que "acepta esas grabaciones" en un juicio en el que los agentes pueden afrontar penas de muchos años de cárcel.

¿Atentado contra la intimidad?

Mar Aguilera es profesora de Derecho Constitucional de la Universitat de Barcelona (UB) y advierte de los peligros que entraña esta autogestión si se lleva a cabo de forma generalizada y sin las precauciones oportunas. "Policías que circulen con cámaras pueden acabar suponiendo un atentado contra la intimidad de las personas", razona. De este recurso, insiste, debe hacerse un uso proporcional porque invade derechos fundamentales. La profesora lanza esta advertencia a pesar de comprender que un policía pueda sentirse indefenso cuando los ciudadanos graban sus actuaciones en la calle. "Pero deben ser conscientes de que trabajan cumpliendo con un deber público y que, en consecuencia, deben ser vigilados", recuerda.

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