El acusado del crimen de Manuela Chavero miente sobre cómo murió la mujer la noche del 5 de julio de 2016 en su casa de Monesterio. A esta conclusión llegó el Instituto de Medicina legal de Badajoz cuando reveló que la versión de Eugenio Delgado de que su vecina falleció por una caída accidental "no es compatible" con las lesiones óseas que presentaba su cadáver. Ahora, lo corrobora un nuevo informe forense que la familia de Chavero ha aportado a la causa y que ha conocido CASO ABIERTO, el portal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

Delgado, que mantuvo escondido el cadáver de la mujer, enterrado en una finca de su propiedad durante cuatro años, y solo desveló su paradero después de que la Guardia Civil lo detuviera, sostiene que Manuela se cayó hacia atrás y se golpeó en la nuca durante una discusión que mantuvieron en su casa por el estado de una vieja cuna que ella le había prestado tiempo atrás. Sin embargo, la autopsia desveló que, antes de morir, la mujer sufrió la rotura de tres costillas, dos dientes y un hueso de la nariz, unas lesiones que el acusado no ha sabido explicar.

"Las lesiones traumáticas en la caja torácica indican un episodio de violencia incompatible con una caída hacia atrás. Tanto las fracturas costales del lado izquierdo como las del lado derecho, que fueron producidas por compresión, son compatibles con algún elemento pesado que se situase encima de la víctima cuando ella estaba bocarriba en el suelo", apunta el perito Miguel Botella, catedrático de Antropología física de la Universidad de Granada, en su informe entregado al juzgado de instrucción número 1 de Zafra (Badajoz) el pasado 17 de febrero.

"Cuatro eventos"

Según el experto, que ha analizado los restos de Manuela, los traumatismos que la mujer presentaba en la cara tampoco coinciden con la tesis defendida por Delgado, ya que fueron producidos por "impactos directos de alta energía". Añade, además, que esas lesiones no son fruto de un solo golpe: "No es posible asignar todos esos traumatismos a un solo evento (el de la caída), sino que debieron ser varios episodios violentos los que incidieron sobre esa parte, como mínimo cuatro eventos diferentes".

En su declaración, el acusado atribuyó las fracturas del cadáver a las maniobras que llevó a cabo con una máquina excavadora para ocultarlo la noche del crimen, pero el análisis del perito concluye que es imposible: "la fractura en el hueso nasal derecho no se puede explicar por una caída, ya sea desde la pala del tractor cuando se produjo el traslado del cadáver o por el golpe de una piedra durante el enterramiento". Afirma que "la energía del golpe no sería suficiente" para romper esa parte del hueso.

Del mismo modo, "las fracturas de dos dientes y la pérdida de otro no pueden explicarse como la consecuencia de las maniobras para enterrar el cadáver, se produjeron con gran violencia y, en todo caso, antes de la inhumación". Hay otro dato especialmente importante: antes de meter a Manuela en la fosa, Delgado cubrió su cabeza con una bolsa de plástico, desnudó a la mujer y tapó su cuerpo con un albornoz y una sábana, por lo que a la la víctima se le tuvo que caer el diente "antes de que el cadáver fuera envuelto", ya que si se hubiera desprendido durante la inhumación, la pieza dental hubiera aparecido dentro de la bolsa cuando la Guardia Civil cribó la tierra para recuperar el cuerpo.

Agresión sexual

Este medio se ha puesto en contacto con la abogada de la familia de Manuela, Verónica Guerrero, que ha rehusado comentar ningún extremo del informe presentado por su acusación. Para el fiscal del caso, la versión de Delgado sobre cómo murió Manuela está llena de "contradicciones e incoherencias". Al igual que la familia de la mujer, está convencido de que "existen indicios suficientes y bastantes de la comisión de un presunto delito contra la vida, homicidio o asesinato, pudiendo además haber cometido un presunto delito contra la libertad sexual de Manuela".

La Guardia Civil apunta en la misma dirección. Un agente de la Unidad Central Operativa concluyó ante el juez: "El hecho de encontrar a una mujer desnuda, envuelta con una sábana y un albornoz, el hecho de que aparezca en una bolsa de plástico y unas cuerdas anudadas, presumo que es un escenario violento y donde la víctima ha podido sufrir una agresión sexual".

Petición de libertad

Delgado acaba de pedir al juez que lo deje en libertad. En un escrito enviado el pasado 31 de marzo, al que ha accedido CASO ABIERTO, su abogado esgrime que en estos meses no se han practicado nuevas diligencias de investigación.

Por cuarta vez desde que fue detenido e ingresó en prisión, el juzgado ha rechazado su petición: "Si permaneciera en libertad, podría ocultar o destruir algún elemento o indicio relevante para la causa y que solo él conociera, habida cuenta del tiempo transcurrido y siendo reciente la línea de investigación que apunta hacia él", sostiene en un auto fechado el 13 de abril.

El juez recuerda que "en el momento de los hechos" el acusado trató de eliminar indicios incriminatorios con su labor de limpieza de rastros de sangre, quemado de ropa y ocultación del cuerpo de Manuela".