El futbolista saguntino Rubén Rochina, centrocampista del Granada CF y que militaba en las filas del Levante UD cuando se produjeron los hechos en mayo de 2021, declaró ayer por videoconferencia ante la jueza de Instrucción número cinco de Llíria en calidad de investigado por un presunto delito de abusos sexuales con acceso carnal a una joven durante una fiesta en casa de otro jugador del equipo levantinista, en la localidad de Bétera.

Por este mismo delito está también investigado un amigo del futbolista que habría sido sorprendido cuando trataba también presuntamente de aprovecharse de la víctima, en una situación de inconsciencia que le impedía dar cualquier tipo de consentimiento.

Los hechos ocurrieron la noche del 1 al 2 de mayo de 2021, cuando todavía había restricciones en el ocio nocturno en la Comunitat Valenciana con motivo de la pandemia. Debido al toque de queda, después de haber estado de fiesta en un pub de València, varios futbolistas del Levante UD decidieron seguir la juerga en casa de uno ellos, en el municipio de Bétera, a la que acudieron varios amigos y un grupo de chicas.

Durante esta fiesta privada, en la que no faltó el alcohol y hasta una cachimba que se iban pasando de unos a otros, Rochina y el otro investigado, David D. R., se habrían aprovechado presuntamente del estado de inconsciencia de su víctima, que ahora tiene 31 años, para tener sexo con ella en una de las habitaciones del inmueble. Según se desprende de la denuncia de la víctima y de las declaraciones de los testigos que estaban en la casa, la joven, que se encontraba muy afectada por el consumo de alcohol, subió a una de las habitaciones porque empezaba a encontrarse mal, acompañada por el actual futbolista del Granada.

Una amiga común de ambos, que también declaró ayer como testigo, confirmó el pésimo estado en el que estaba la joven, pero que no le dio importancia en ese momento porque conoce a Rochina desde hace años y no creyó que el futbolista pudiera aprovecharse de dicha situación para tener sexo con su amiga en contra de su voluntad.

Lo último que recuerda la víctima es que se tumbó en la cama y que Rochina estaba junto a ella sentado. A partir de ese momento ya no es consciente de lo que ocurrió. Cuando horas después, ya de buena mañana, se despertó en un habitación distinta, vio que estaba desnuda de cintura para abajo en la cama, con un top y con semen reseco en la barriga

La víctima no recuerda nada desde que subió a la habitación con Rochina porque se encontraba mal

Rochina alega sexo consentido

El futbolista investigado de 31 años, que declaró ayer por videoconferencia desde los juzgados de Granada, niega haber violado a la denunciante y, aunque reconoce que ambos habían consumido alcohol, alega que las relaciones fueron consentidas, que esa noche estuvieron besándose en la fiesta y que subieron a la habitación para tener más intimidad.

No obstante, Rochina, que solo quiso contestar a las preguntas de los letrados de la defensa, no supo aclarar cómo la testigo encontró a su amiga destapada e inconsciente en la cama, sin haberse limpiado siquiera los restos biológicos. De hecho, esta testigo asegura que intentó incluso despertarla dándole golpes pero que no había forma de que reaccionara.

Una testigo trató de reanimarla dándole golpes pero ni de esa forma reaccionaba dada su embriaguez

El otro investigado, que fue sorprendido con los pantalones bajados junto a la víctima inconsciente, se limitó a justificar la situación en que iba buscando un baño y casualmente entró en la habitación donde estaba la denunciante. Poco antes se asomó en otra habitación por error buscando a Rochina mientras se desabrochaba el cinturón, según recordó ante la jueza la testigo.

Trató de tapar al jugador por presiones

En un primer momento la denuncia de la víctima se dirigía únicamente contra el investigado que no es futbolista, circunstancia a la que se aferra la defensa de Rubén Rochina para tratar de desacreditar su testimonio. Sin embargo, en la ampliación de la denuncia que realizó la joven en octubre del pasado año, cinco meses después de los hechos, mantiene que fue presionada tanto por Rochina como por otros compañeros que estaban en la fiesta para que lo dejara al margen de lo ocurrido.

Fue posteriormente, tras derrumbarse durante una sesión con la psiquiatra -se encuentra en tratamiento desde ese día- , cuando la víctima, que no recuerda nada desde que subió a la habitación con Rochina, fue realmente consciente de la acción delictiva de éste, ya que en el estado en el que se encontraba esa noche difícilmente podría haber dado consentimiento alguno, como mantiene la acusación, ejercida por el letrado Borja Signes. Levante-EMV, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, contactó con el abogado de la víctima pero éste prefirió no hacer declaraciones por el momento.