El culpable de asesinar a su exesposa y su hijo mayor, así como de intentar matar a su hijo menor, en una cueva en los altos de Adeje, el ciudadano alemán Thomas Handrick, fue condenado a prisión permanente revisable y 39 años más de cárcel por los citados hechos, ocurridos el 23 de abril del 2019. La sentencia dictada por el magistrado Fernando Paredes, de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, fue divulgada ayer por el Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

La pena de prisión permanente revisable se la impone por el asesinato con alevosía, y con la circunstancia agravante de parentesco, del hijo mayor, Jakob. Por el crimen de su exmujer, Sylvia, se le condena a 23 años de cárcel, donde también concurren la alevosía y el parentesco. Y por el intento de asesinato a Jonas, el hijo menor, que en el momento de los hechos tenía siete años, le impone 16 años más de privación de libertad. La resolución judicial se produce después de que el pasado 4 de febrero el Tribunal del Jurado, por unanimidad, considerara al hombre germano culpable de los citados hechos. La citada sentencia se puede recurrir en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en el plazo de diez días. Fernando Paredes considera que Handrick debe abonar 360.000 euros en concepto de responsabilidad civil. De esa cantidad, 210.000 serán para el niño superviviente, Jonas; mientras que los 150.000 restantes irán para los padres de la mujer asesinada. Además, el magistrado retira la patria potestad del autor de los hechos sobre Jonas. Y una vez que cumpla la pena de prisión, en los diez años siguientes no podrá aproximarse a su hijo a menos de 500 metros con independencia del lugar en el que se encuentre. Las cantidades fijadas en la sentencia para indemnizar al pequeño y a los padres de la mujer asesinada son muy inferiores a las solicitadas tanto por la Fiscalía como por la acusación particular (la Oficina de Atención al Menor de Alemania) y la acusación popular (el Instituto Canario de Igualdad). El Ministerio Público y el citado organismo del Gobierno autónomo pedían una responsabilidad civil global de 500.000 euros, mientras que la Oficina de Atención al Menor reclamaba solo para el niño 910.000 euros.

Además, según trascendió en la jornada de ayer, el fiscal delegado de Violencia de Género de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, José Luis Sánchez-Jáuregui, valora la posibilidad de presentar o no un recurso de apelación en base a dos puntos. Uno de ellos consiste en que el magistrado presidente del Jurado no consideró la agravante de género en el caso de la muerte violenta de la mujer. Y el otro es que le parece muy baja la pena de 16 años de cárcel por el intento de asesinato de Jonas. De hecho, el representante del Ministerio Público pedía 25 años por este delito. El abogado defensor mostró su oposición al veredicto de culpabilidad del Jurado, que no consideró probado que Handrick sufriera un episodio de trastorno mental transitorio en el momento del violento ataque, en base a la medicación que tomaba, el estrés que le generaba la separación de su exmujer y el cansancio por la dura caminata.

La trampa de los «regalos de Pascua»

Sylvia viajó con sus hijos, Jakob y Jonas, desde Alemania hasta Tenerife el 22 de abril del 2019 para cumplir el mandato judicial por el que Thomas Handrick debía ver a sus hijos con cierta periodicidad. Y al día siguiente, el hombre convenció a los niños y a su expareja para hacer una caminata, después de la cual encontrarían regalos de «huevos de pascua dentro de una cueva». Para ello, empezaron a andar en el casco urbano de Adeje, llegaron a la entrada del Barranco del Infierno, subieron por Chabor, accedieron a la Boca del Paso y siguieron caminando hasta llegar al paraje agrario del Hoyo del Agua. En total, más de 10 kilómetros recorridos, tras salvar una fuerte pendiente y algunos tramos de difícil tránsito. Los niños y la mujer quisieron dar la vuelta en varias ocasiones, pero Handrick se empeñó en seguir. Y, una vez en el exterior de la cueva, atacó con una piedra a la mujer en la cabeza. La agresión a esa víctima continuó en el interior de la cavidad hasta que la mató. Jakob trató de impedir la acción, pero también fue golpeado con una piedra de ocho kilos y medio de peso hasta la muerte. El doble asesinato se descubrió al día siguiente, gracias a que Jonas salió corriendo en dirección a la costa y fue hallado por dos vecinos.