El sábado 22 de enero, una mujer y su hijo fallecieron en el segundo incendio mortal que conmocionó a la ciudad valenciana de Moncada en cuestión de pocos días, tras el de la residencia de mayores, el día 18. En este trágico suceso, que se produjo sobre las 5.23 horas en el cuarto piso de un edificio de la plaza San Jaime de la localidad, murió también un animal de compañía. Pero hubo una superviviente, una perra. Rescatada por los bomberos, fue a parar al Refugio Modepran (Carlet).

Muchas tragedias cuentan otras historias, las que se escriben después, cuando la vida sigue pese a la pérdida. Y la de Blanca, la perrita que se quedó sin dueños y sin compañero el mismo día, es una de ellas. Sobrevivió al fuego, pero no parece haberse sobrepuesto al vuelco que ha sufrido su existencia. Desde la protectora de animales que la ha acogido hicieron un llamamiento el jueves pasado para buscarle familia.

Como afirman desde el refugio, «Blanca tiene una de las historias más tristes que hemos conocido». Después de varios días de cuidados lejos del que fue su hogar, «está completamente desolada y en la protectora se encuentra muy desubicada». Esa es la razón por la que ponen énfasis en el mensaje de que «necesita una familia que la ayude a recuperar el ánimo y la haga sentir segura». En condiciones normales, por su edad, tiene 10 años, no respondería al perfil que suelen escoger las personas que acuden a este tipo de instalaciones solidarias para buscar una mascota, de ahí que los responsables del refugio incidan en sus condiciones especiales.

El llamamiento ha tenido por el momento numerosas respuestas, algunas muy interesadas en hacerse cargo de Blanca. Quizá a estas horas ya tenga un nuevo hogar en el que superar el impacto que supone una pérdida así, también para los animales de compañía. Aunque si no es así, si todavía no se ha concretado su adopción, el refugio atenderá con gusto a quien quiera hacerse cargo de ella.