Primero fue el ganadero José Luis Iranzo y minutos después cayeron muertos los dos guardias civiles Víctor Romero y Jesús Caballero. Sus muertes en Andorra fueron el punto final de la huida de su verdugo, el paramilitar serbio Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, que había atemorizado a toda una comarca del bajo Aragón durante un mes con una treintena de robos en masicos y con el tiroteo a dos vecinos de Albalate del Arzobispo que pudieron haber muerto. Este martes se cumplieron cuatro años de este caso que no puede considerarse cerrado porque el criminal lo ha recurrido al Tribunal Supremo y los vecinos de la zona siguen sin tener respuesta a las evidentes dudas del operativo del instituto armado.

La defensa de Feher ha llevado el triple crimen al Alto Tribunal insistiendo en los motivos que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) rechazó para confirmar la prisión permanente revisable. En concreto, su abogado, Manuel Martín Calvente, destaca la falta motivación del fallo y que no se cumplieron todas las garantías en la cadena de custodia. En frente tendrá la oposición de los letrados de las víctimas, Enrique Trebolle, Jorge Piedrafita y Mariano Tafalla, así como de las acusaciones populares ejercidas por la AUGC y UAGA. Mientras llega el pronunciamiento, están paralizada solicitud de responsabilidad patrimonial del Estado y el litigio por las medallas concedidas a los altos mandos de la Guardia Civil.

La trágica tarde-noche del 14 de diciembre está en las mentes de los vecinos de Andorra cuatro años después. Muestra de ello es que la plaza de España de la localidad turolense volvió a llenarse en una convocatoria de la plataforma Amigos de Iranzo para pedir explicaciones.

Los vecinos de Andorra se concentraron para pedir respuestas. Amigos de Iranzo

"En todas las reuniones que hemos tenido, y han sido muchas, con políticos, responsables institucionales y policiales, nos han repetido lo mismo, que hasta que no pasara el juicio no podíamos hablar de todo lo demás", señalaron en un manifiesto en el que recordaron que ya hay una sentencia y que es momento de hablar "de los fallos de seguridad que hubo antes de que les matara, de quién infravaloró los disparos de Albalate, de por qué no se mandó a analizar el rastro que este individuo dejó durante días hasta que hubo muertos". Los convocantes señalaron que "alguien deberá reconocer los errores, pedir perdón y asumir su responsabilidad".

 Recordaron que en septiembre de este año enviaron un burofax a la teniente coronel jefa de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, Silvia Gil, en la que le pedían una reunión para que nos diera toda la información oficial que explique punto por punto para conocer "las irregularidades que conocemos gracias al trabajo de mucha gente que ha invertido su tiempo en trabajar por esta causa", si bien la respuesta fue "ninguna".

"Tampoco nos respondió ningún diputado ni senador, ni del PSOE ni del PP ni de Teruel Existe, a los que también nos dirigimos por carta para pedirles que reclamaran, como nosotros, que retiraran definitivamente las medallas con las que el Ministerio del Interior quiso premiar a los responsables y a los mandos de aquel vergonzoso dispositivo", lamentaron a la vez que también afearon al presidente de Aragón, Javier Lambán. La concentración acabó haciendo un llamamiento de unión para acabar con ese silencio y "cerrar este maldito círculo que no nos deja vivir en paz".