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Las defensas recurren a la vida íntima de Ardines para desviar la atención de los acusados

El jefe de la investigación de la Guardia Civil de Gijón sostiene que "el caso está resuelto, fueron ellos"

Un momento del juicio.

El juicio por el asesinato de Javier Ardines empieza a tomar derroteros lastimosos, con las defensas poniendo sin misericordia el foco en los aspectos más íntimos de la doble vida del concejal de IU en Llanes. En la mañana de este viernes se ha rozado incluso el mal gusto con la descripción de las prácticas sexuales que el concejal habría llevado a cabo con una de sus amantes el día antes del crimen, en el interior de su furgoneta en un camino detrás de su casa, así como sus hábitos de higiene, que según su esposa dejaban bastante que desear, tal como ha contado el capitán jefe de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón. Todo venía a cuento de las insistentes preguntas de las defensas, especialmente la de Pedro Luis Nieva, el presunto instigador del crimen, empeñadas en saber por qué no se había considerado sospechosa a la citada amante, cuyo ADN se encontró no solo en la Berlingo de Ardines, sino en diferentes partes de su cuerpo y sus ropas, así como en las vallas que los asesinos dejaron para que saliese de su coche y poder acometerle. Los letrados preguntaron incluso al capitán por qué motivo no había sido investigado el marido de la citada amante, pero el la Guardia Civil descartó que hubiese tenido implicación alguna en el crimen. De hacer caso al jefe de la Policía Judicial, esta mujer sería otra de las víctimas de este crimen, ya que estaba enamorada de Ardines, porque “la valoraba como mujer”. El capitán indicó ante los miembros del jurado: “Para nosotros el caso está resuelto, los autores del crimen han sido Djillali Benatia, Maamar Kelii, Jesús Muguruza y Pedro Luis Nieva”.

Las defensas se concentraron por otro lado en saber cómo la Guardia Civil había llegado a dar con Djillali Benatia, uno de los sicarios, y por qué se había tardado tanto en comenzar a investigarlo, ya que la primera diligencia que le atañe data del 14 de diciembre de 2018. Muy arteramente, los letrados pretendían que dijese que habían sabido del argelino a través de la declaración como testigo de Jesús Muguruza, presunto intermediario del crimen, realizada el 11 de diciembre, en la que se terminó autoinculpando sin que le ofreciesen un abogado. Esta declaración fue anulada por el TSJA, al considerar que se habían violado los derechos fundamentales de Muguruza. El capitán, sin embargo, no cayó en la trampa y no se refirió en ningún momento a esta declaración envenenada y aseguró que habían llegado a Benatia por otro camino, ciertamente más tortuoso. Tan pronto como el 27 de agosto de 2018, once días después del asesinato, pusieron el foco en los teléfonos de Pedro Luis Nieva y supieron que éste había viajado el día 27 de julio de 2018 a Belmonte de Pría. Comprobaron que había una interacción ese mismo día con el teléfono de una persona que había resultado ser Jesús Muguruza, que también había viajado a Llanes ese mismo día. Analizando las interacciones de Muguruza, indicó el capitán, llegaron al teléfono de Benatia. Era difícil no dar con él puesto que llamó hasta 100 veces a Muguruza el día del crimen, y otras 18 al día siguiente. “Quizá era para contar que habían matado a Ardines y que querían más dinero”, especuló el oficial. Dar con Maamar Kelii tampoco fue difícil. Benatia le llamó la víspera y la madrugada del crimen, y luego el mismo teléfono estuvo en la zona de Belmonte de Pría a la hora del asesinato, según los “handover” o traspasos de los repetidores de telefonía móvil que las operadoras entregaron a los agentes nada más producirse los hechos, una información ingente que se elimina a los dos o tres días.

A preguntas de la fiscal Belén Rico, el capitán de la Policía Judicial explicó cómo se habían desarrollado las investigaciones desde las ocho de la mañana del 16 de agosto de 2018, momento en el que se encontró el cuerpo de Ardines. El oficial indicó que desde el principio tenían claro que había sido “un crimen planificado”, por la utilización de las vallas para hacerle salir del vehículo y atacarle. Pero también se trataba de un crimen con una componente “pasional, personal”, por el brutal golpe en la parte trasera de la cabeza (mortal de necesidad, que causó al concejal una conmoción cerebral), pero también por el estrangulamiento. Fue una investigación “larga y compleja”, que les llevó seis meses. Desde el principio buscaron “posibles conflictos, amenazas”. Primero la vertiente política, sobre todo el conflicto de los interinos de Llanes, que afectaba a 16 policías locales y en el que Ardines intervenía como concejal de Personal. “Vimos que estaba paralizado por el Juzgado a la espera de un juicio que iba a haber en diciembre, por lo que descartamos esa vía”, dijo el capitán. También se investigó la vía de la prohibición de circular hasta los Bufones de Pría. “El dueño de un restaurante presentó una denuncia, pero al final se dio cuenta de que esa medida no perjudicaba a su negocio, por lo que también desechamos esa vía”, añadió.

“Nos quedaba la parte sentimental. Teníamos los WhatsApps que había enviado Pedro Nieva a la esposa y la hija de Ardines, y que apuntaba a una posible relación entre el concejal y la prima de su mujer, Katia, esposa de Nieva, y también la relación extramatrimonial que mantenía en ese momento con otra mujer, cuyo ADN se encontró en el vehículo, las uñas y la ropa de Ardines, así como en las vallas. Concluimos que se trataba de una transferencia, ya que el día anterior habían mantenido relaciones sexuales durante una hora con ella y la esposa de Ardines nos indicó que su nivel de higiene era más bien bajo”, relató el capitán.

La mujer de Nieva explicó a los agentes sobre la grabación que éste les había hecho a ella y Ardines que “era un tonteo, que eran muy extrovertidos y su marido muy tímido, no reconoció ninguna relación. En noviembre de 2018, volvió a declarar y reconoció que con 17 años, cuando Ardines ya estaba con su prima Nuria, tuvo un tonteo, y que al año siguiente tuvieron otro romance y tuvieron relaciones sexuales, una relación que se mantuvo a lo largo de los años, con encuentros cuando ella iba a Llanes sin Pedro Luis Nieva, que se quedaba a trabajar en el País Vasco. Su última relación sexual fue en septiembre de 2017”.

El jefe de las Policía Judicial reveló este viernes que la famosa grabación se hizo el día 8 de diciembre a las cinco de la tarde y no en la noche del 9 de diciembre. En la sesión de este viernes, se escuchó la citada grabación, en la que se escucha a los amantes comentar que ella había llegado con un día de retraso. “No te dejó venir”, dice Ardines. Y ella: “Le dije: ‘Voy a calentar la casa’. Menos mal que no sabe cómo la caliento”. Ardines responde: “Llevamos años librando”. Y ella: “Hay que tener cuidado. Cuando te confías es lo peor”. Y añade: “No te preocupes que volveré en enero”. Ese mismo día 8, Nieva comenzó a buscar por internet sistemas para controlar a su mujer. De hecho, “llegó a colocarle una baliza en el BMW que ella usaba”. El jefe de la Policía Judicial descartó que la grabación hubiese sido realizada de forma casual, como indicó en su declaración de este miércoles. “Se hizo con la aplicación para grabaciones y además, cuando habló con la hija de Ardines, admitió que sospechaba de ellos a raíz de un mensaje que había mandado su mujer a un ‘primo’ que resultó ser Ardines”, indicó.

El mensaje generó “una celopatía que se fue desarrollando con el tiempo”. El capitán relató algunos episodios del control que ejercía Nieva sobre su mujer, como cuando rewalizó un viaje a Francia para un entierro y le echó en cara que había tenido apagado el WhatsApp. El 5 de agosto de 2018, cuando la mujer regresó a Llanes contra el deseo de él, se presentó en Belmonte de Pría una hora despuñes, tuvieron una discusión y cuando regresaba, envió la grabación a la mujer y la hija de Ardines. La situación de la pareja era muy tensa. En una comida con unos amigos, alguien hizo referencia a una mujer que tenía una relación extramatrimonial. Nieva reaccionó diciendo: “Hay putas que cobran, y putas y zorras que no cobran”. Ella preguntó: “¿Lo dices por mí?”. Y él contestó: “Sí, por ti”. En otra ocasión, había preparado para salir una camisa y unas bragas y Nieva orinó sobre ellas y las arrojó al suelo. “Llegó a tener celos del perro de Katia”, añadió el capitán. La mujer relató a su hermana el incidente, y su intención de dejar a Nieva, aunque quedase “en la miseria”.

El jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Gijón negó que haya un Julián, ese testigo sorpresa que sacaron a colación las defensas este miércoles, y que sería la persona que habría ido con Nieva y Mendiguren a Belmonte de Pría el 27 de julio de 2018, con la intención de comprobar el estado de un tejado. “Nunca nos ha salido ningún Julián”, dijo el capitán. Más bien, indicó, viajaron con Djillali Benatia para mostrarle el lugar donde podía cometer el crimen y cómo escapar. Los agentes creen además que pudieron ir a espiar a Ardines al puerto de Llanes para ver a quién se iban a enfrentar. La mañana del crimen, los golpes “fueron dirigidos a matar, no pudo defenderse”. Le rociaron con un espray de gas pimienta, pero “salió mal y Ardines echó a correr, pero pudieron alcanzar y darle un golpe en la base del cráneo, que ya era causa de muerte”. Ardines no tenía posibilidad alguna: “Iba calzado con sandalias”.

El capitán defendió a capa y espada el trato dado a los implicados cuando fueron detenidos el 18 de febrero de 2019. “Nunca le dijimos a Benatia lo que tenía que declarar (ante la Guardia Civil aceptó los hechos, pero este martes dijo que había sido presionado por los agentes), la ley no nos lo permite, no se le presionó”, Y dirigiéndose a su letrado, Adrián Fernández, le espetó: “Usted estuvo presente en esa declaración”.

El capitán estuvo sometido a las preguntas de las defensas y las acusaciones durante más de cuatro horas. Las defensas apuntaron con sus preguntas a la que será una de sus bazas para pedir la absolución. El crimen se produjo a las seis y cuarto de la mañana y el coche de Benatia fue visto en el peaje de la Variante Sur de Bilbao a las siete y media. ¿Pudo recorrer en hora y cuarto los 198 kilómetros que median entre Belmonte de Pría y la capital vizcaína?. El letrado de Muguruza, Luis Mendiguren, sostiene que sostener eso es ir contra las leyes físicas.

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