La Fiscalía ha abierto una investigación contra un profesor del Institut del Teatre de Barcelona al que un alumno denunció por acoso sexual y ha encargado a la policía que indague los hechos a raíz del expediente disciplinario que abrió la institución al docente, apartado de las aulas desde el pasado marzo.

Según han informado fuentes del ministerio público, las diligencias por acoso sexual se han abierto contra el profesor expedientado, Boris Dausà, aunque no se descarta ampliar la investigación a otros docentes, en función de los indicios que se desprendan de las pesquisas policiales.

La Fiscalía Provincial de Barcelona así lo ha decidido después de que el Institut del Teatre pusiera a su disposición el expediente disciplinario que abrió a Dausà tras identificar indicios de acoso sexual en su comportamiento.

De acuerdo con la denuncia contra el profesor, éste habría impartido clases y celebrado fiestas en una casa en la montaña durante varios cursos y con diversos estudiantes, a pesar de que el Institut del Teatre lo prohíbe explícitamente.

Dausà es el segundo docente del Institut del Teatre que fue suspendido cautelarmente a petición de la comisión que indaga presuntos casos de acoso y abuso de poder por parte de profesores de la escuela, por lo que desde el pasado marzo permanece apartado temporalmente de la docencia si bien sigue trabajando en proyectos vinculados a la institución.

La Comisión de Prevención e Investigación de Acosos Sexuales solicitó que se apartara a Dausà tras el escándalo suscitado por el reconocido actor y director teatral Joan Ollé, que fue suspendido de sus funciones por las denuncias de acoso sexual y maltrato psicológico recibidas por parte de alumnos y exestudiantes.

El caso se remonta al pasado febrero, cuando una investigación del diario Ara puso de relieve denuncias públicas de alumnas y exalumnas del centro que aseguraban haber sufrido acoso sexual y abuso de poder durante años por parte de varios profesores.

De hecho, el informe de conclusiones de la comisión también llevó al instituto a abrir expedientes disciplinarios a otros dos docentes, uno de ellos por conductas "inapropiadas" en el aula, y el otro por una falta grave tras un práctica docente "invasiva".

No obstante, en el primer caso, se acabó suspendiendo el expediente debido a la jubilación del profesor, lo que impidió "aplicar el régimen disciplinario administrativo para sancionar a personas que no forman parte de la plantilla de trabajadores", mientras se valoraba la posibilidad de emprender acciones por vía judicial".

Ya en el segundo de los casos, se acordó la suspensión de empleo y sueldo durante dos meses y seis días por una "práctica docente invasiva".

A raíz de estos escándalos, el Institut del Teatre puso en marcha sesiones de formación sobre acoso sexual y abuso de poder para el alumnado y el profesorado de la institución, creó un código ético e informes de buenas prácticas en danza y arte dramático y constituyó un comité de ética permanente.

Además, desde principios de marzo se activó un servicio de atención psicológica para mejorar los "mecanismos de comunicación y participación" entre los diferentes colectivos de la institución.