Los recursos de seguridad y emergencias dieron por estabilizado durante la tarde de ayer un incendio forestal que afectó a 3,8 hectáreas en el Parque Nacional del Teide. Las llamas quemaron retamas, hierba pajonera y rosalito de cumbre, según la información ofrecida por parte del Cabildo de Tenerife.

El fuego comenzó pasadas las 14:00 horas en las inmediaciones de la carretera insular TF-21, que enlaza el Norte y el Sur de Tenerife a través de Las Cañadas. De forma concreta, la primera activación de los servicios de extinción se produjo cuando las llamas ya habían afectado a unos 100 metros cuadrados a la altura del kilómetro 44 de la mencionada vía.

Hasta dicho enclave se desplazaron agentes de Medio Ambiente de la administración insular, profesionales de las Brigadas Forestales (Brifor) del Cabildo, guardas del Parque Nacional, agentes de la Guardia Civil y el helicóptero Kamov, que depende del Gobierno del Estado. Tras actuar con rapidez y eficacia, los mencionados recursos consiguieron dar por estabilizado el fuego en poco más de cuatro horas.

Desde un primer momento, las fuentes consultadas explicaron que en dicha zona existe «poco combustible» para que se generara un fuego de una gran extensión. Además, desde la perspectiva técnica, a la izquierda del punto en que se iniciaron las llamas hay una colada de lava que hubiera hecho de «cortafuegos natural»; en otro de los lados está la montaña de Majua, sin apenas vegetación y, un poco más adelante, se halla una pista de tierra que conduce hasta la zona de El Sanatorio. En cualquier caso, en los primeros momentos el incendio avanzó con cierta rapidez.

Espacio bien conservado

Las llamas dañaron un paraje del Parque Nacional del Teide que, hasta ahora, se hallaba bien conservado desde el punto de vista medioambiental.

El motivo es que, entre otras cosas, por dicha zona, no existe un elevado paso de turistas y residentes practicantes de senderismo, por lo que el riesgo de deterioro y presencia de basura se reduce de forma considerable.