El ciudadano alemán de origen albanés Lorenc Toska, acusado de la sustracción de sus dos hijos y de no entregarlos a la madre en el plazo establecido por la autoridad judicial, ingresó ayer en prisión provisional en Tenerife, después de que fuera detenido el 24 de agosto en la localidad portuguesa de Peniche. La jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife tomó declaración ayer, de forma presencial, a dicho ciudadano germano, sobre el que dictó una orden internacional de búsqueda desde el pasado mes por el presunto rapto de los citados menores, Kristian y Amantia, de 11 y 10 años, respectivamente, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Toska se acogió a su derecho a no declarar y la magistrada que instruye las diligencias acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza en el centro penitenciario Tenerife II como presunto autor de un delito de sustracción internacional de menores.

Después, el acusado pasó a disposición del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife como presunto autor de un delito de amenazas. Ante este órgano judicial, Lorenc Toska también se acogió a su derecho a no declarar.

Esta última acusación se basa en una declaración efectuada por la madre de los niños, quien denunció ante la Policía Nacional que Toska la había amenazado de muerte; pero no solo a ella, sino también a familiares directos, de forma concreta a su madre y su hermana. Además, advirtió a su expareja de que no iba a ver más a los pequeños.

Según las fuentes consultadas, en el momento de denunciar en Comisaría, la mujer dijo que tales amenazas habían ocurrido en junio, cuando ella todavía se hallaba en Alemania y Lorenc, en Tenerife. Sin embargo, en su posterior declaración en sede judicial, la denunciante afirmó que las palabras amenazantes tuvieron lugar a comienzos de agosto; es decir, en el momento en que ella ya se encontraba en Tenerife, y el acusado, en Portugal.

El inicio de la sustracción de los niños Kristian y Amantia se produjo entre finales del pasado año y comienzos del presente en Alemania. La madre presentó una reclamación para la devolución de los pequeños y las autoridades judiciales germanas iniciaron un procedimiento civil, con el objetivo de que el progenitor entregara los menores a su expareja. En abril, a través de las vías de cooperación internacional, el juzgado centroeuropeo comunica a la Abogacía del Estado la existencia de este asunto de carácter civil ante la posibilidad de que Toska estuviera en España y dicha institución realiza las gestiones con rapidez. Lorenc Toska fue localizado en Tenerife y un juzgado de Primera Instancia de la capital tinerfeña celebró un juicio sobre el asunto el 11 de junio. El ciudadano de origen albanés se presentó a la vista y acudió acompañado de Kristian y Amantia para confirmar que se hallaban con él.

La autoridad judicial recordó a Lorenc que no tenía la guarda y custodia de los mencionados niños y resolvió que este debía entregar a los pequeños a su madre entre finales de julio y la primera semana de agosto. Por ese motivo, la madre afectada, Enkelejda Sulaj, se trasladó a Tenerife, donde permaneció desde finales de julio hasta mediados de agosto.

Sin embargo, Toska no acató la resolución judicial para que entregara a los pequeños. Desde ese momento, el procedimiento civil se convirtió en un delito penal y se dictó desde Santa Cruz de Tenerife una orden de búsqueda y captura contra el ciudadano germano. Por ese motivo, Lorenc pasó a disposición judicial ayer ante el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital tinerfeña. En aquel momento, ni la madre, ni las autoridades judiciales ni la Policía Nacional tenían conocimiento de dónde se encontraba el progenitor de Kristian y Amantia. El asunto fue conocido por la opinión pública el 15 de agosto, gracias a la publicación de un cartel divulgado por la ong SOS Desaparecidos.

Todos los indicios apuntan a que no tenía intención de entregar a los pequeños de 11 y 10 años. Hoy se sabe que había abandonado Tenerife entre el 19 y el 20 de julio. Es decir, que cuando su expareja llegó a la Isla hacía ya más de una semana que Toska había abandonado el territorio insular con destino a Portugal. La infracción penal de sustracción internacional de menores está penada con entre dos y cuatro años de cárcel. En el caso de las amenazas, la acusación se basa en las declaraciones de la madre de los pequeños, ya que en los whatsapp analizados por los investigadores de la Policía Nacional no se han detectado tales amenazas contra Sulaj, su madre y su hermana.

Las pesquisas del Grupo de Homicidios desde Tenerife

La investigación que permitió detener en Portugal a Lorenc Toska, de 44 años, fue iniciada en agosto por el Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional de Tenerife. Agentes de este cuerpo de seguridad trasladaron al ciudadano albanés-alemán desde la zona lusa de Coimbra hasta Tenerife, a donde llegó anteayer. Fue trasladado directamente desde el aeropuerto Tenerife Sur hasta los calabozos de la Comisaría de Tres de Mayo, en Santa Cruz. Gracias a las vías de cooperación internacional con policías portugueses, Toska fue apresado cuando se hallaba en un hotel de Peniche. La orden internacional de detención y presentación sobre el progenitor de Kristian y Amantia se dictó el 20 de agosto. Hoy se sabe que, entonces, ya hacía un mes que había abandonado Tenerife con destino a Portugal, después de que el 11 de junio un Juzgado de Primera Instancia de la capital tinerfeña le advirtiera de que tenía que entregar a sus hijos a la madre entre finales de julio y comienzos de agosto. Toska está separado de la madre de los pequeños desde el 2013. En diciembre aprovechó un fin de semana de visita de los niños para sacarlos de Alemania sin permiso de la progenitora.