Los constantes lloros y gritos procedentes de un vivienda situada en la avenida de la Jota de Zaragoza preocuparon a los vecinos del bloque que decidieron llamar a la sala del 092 de la Policía Local a pedir ayuda. Varias patrullas se movilizaron, llamaron al timbre, pero aunque se oía movimiento en el interior ahí no abría nadie. Dentro estaban dos niños de 2 y 4 años que se habían quedado solos. Su madre, que acudió a buscarlos varias horas después. Estaba de fiesta. 

La atención de los menores por parte de la Policía Local tuvo lugar sobre las 22.00 horas. Los agentes se personaron en el domicilio de manera urgente, quienes comprobaron que la puesta estaba cerrada con llave, por lo que llamaron a los Bomberos de Zaragoza. 

Estos decidieron no tirar la puerta abajo, sino intentar acceder al interior de la casa haciendo uso de una autoescala. En ella iban acompañados por sanitarios porque no sabían en ese momento qué iban a encontrarse. Una vez atendidos los menores y comprobar que estaban solos, pero en buen estado. En paralelo, los agentes de la Policía Local trataron de localizar a la madre o a la persona responsable de los mismos, pero no fue posible. 

Ante esa situación, los dos niños de 2 y 4 años fueron trasladados a la comisaría de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a Aragón que activó el protocolo del servicio autonómico de Protección de Menores. Tiempo más tarde, la madre de los niños fue a buscarlos y los agentes se los entregaron. El asunto quedó en manos del Juzgado de Guardia. 

La madre no fue detenida por un delito de abandono del hogar como ha ocurrido en otros casos de similares características, si bien el asunto va a ser investigado por la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Los dos niños no presentaban signos de desnutrición ni maltrato y la vivienda no dejaba entrever falta de salubridad. No obstante, el expediente en los Servicios Sociales sigue abierto.