Una patrulla de la guardia costera mauritana interceptó hoy a 60 emigrantes procedentes de países subsaharianos a bordo de una barca de madera que salió de las costas de la ciudad norteña de Nuadibú en dirección a las islas Canarias.

Una fuente de seguridad mauritana explicó a Efe que esos emigrantes son de diferentes nacionalidades, pero la mayoría de ellos son senegaleses y gambianos.

Añadió que el grupo había abandonado las costas senegalesas hace diez días con la intención de llegar en una canoa a las españolas islas Canarias.

Estos inmigrantes ilegales han sido entregados a la policía que, después interrogarlos, organizará inmediatamente su deportación en autobuses a sus países de origen a través de las fronteras con Malí y Senegal.