En el marco de la operación Walker Race, agentes de la Guardia Civil desarticularon un grupo criminal que estaba dedicado a la introducción y distribución de cocaína y hachís en la isla de El Hierro. La investigación se inició en 2019, cuando investigadores del cuerpo de seguridad tuvieron las primeras noticias de la posible existencia de una serie de personas que se dedicaba al tráfico de drogas en el sur de El Hierro. Fruto de las labores de vigilancia sobre la organización y el análisis de los datos obtenidos, se comprobó que se trataba de una red que abastecía a casi toda la Isla y que cada uno tenía una misión dentro de la estructura.
La banda estaba liderada por un individuo que se encargaba de la introducción de la droga en la Isla y su posterior distribución entre el resto de implicados, quienes, a su vez, “colocaban” la sustancia estupefaciente en el mercado para su venta al menudeo.
Los implicados hacían uso de grupos en redes sociales, para controlar los movimientos de los guardias civiles en todo El Hierro, aprovechando la voluntad de terceros no relacionados con los hechos investigados, para que colaborasen en dicha labor. De hecho, uno de los arrestados era administrador de uno de estos grupos. Los acusados aprovechaban para sus actividades ilícitas toda la información que se aportaba en estos chats masivos, llegando a sentirse “intocables” por la información instantánea que tenían sobre la llegada de los agentes a su zona de actuación.
Tras varios meses en los que se intensificaron las vigilancias y el control sobre el grupo investigado, los funcionarios consiguieron pruebas evidentes de la actividad ilícita que desarrollaban, por lo que se procedió a la entrada y registro en ocho domicilios y un garaje. Estos inmuebles objeto de vigilancia eran usados por los acusados para residir o para almacenar y vender la droga.
Dichos registros se llevaron a cabo el pasado 1 de julio con el apoyo de guías caninos y Unidad de Seguridad Ciudadana de Santa Cruz de Tenerife, así como patrullas de seguridad ciudadana del puesto principal de la Guardia Civil de Valverde.
Los guardias civiles detuvieron a tres varones y un cuarto quedó investigado, todos españoles y residentes en El Hierro, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. Uno de los arrestados es trabajador de Salvamento Marítimo y su padre decidió quitarse la vida al enterarse de que estaba investigado por distribuir cocaína.
Los guardias hallaron 350 gramos de cocaína y 120 de hachís, 52.695 euros en efectivo, utensilios para la manipulación, adulteración y distribución de la droga, así como un vehículo de alta gama y una embarcación neumática.
Esta operación fue desarrollada por el Equipo Territorial de Policía Judicial y Área de Investigación del puesto principal de la Guardia Civil de Valverde de El Hierro, y fue dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valverde, que acordó la prisión preventiva para uno de los detenidos, quedando el resto en libertad con cargos.
Con esta actuación, el Instituto Armado da por desarticulada la principal red dedicada a la introducción y distribución de cocaína en El Hierro, que se encargaba del suministro de los estupefacientes a los consumidores finales en toda la Isla. La investigación permanece abierta y está bajo secreto de sumario. La Guardia Civil advierte del peligro de la utilización de los grupos de mensajería instantánea para informar de los movimientos de los agentes, debido a que la información puede ser aprovechada por los delincuentes para el beneficio de sus actividades ilícitas, así como de las posibles repercusiones penales que pudieran cometer los integrantes de dichos chats.
