Sin tregua. La noche de este jueves, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño enfilaba su proa hacia el suroeste, la zona en la que habían localizado y extraído a la superficie las dos minibotellas de oxígeno propiedad de Tomás Gimeno, un área situada a unas cinco millas mar adentro frente a la línea de costa de Radazul, que presenta unos fondos que se hunden hasta los 1.500 metros y en al que los investigadores han delimitado un amplio radio de acción.

La tarea no está siendo nada sencilla. Las labores de búsqueda de Anna y Tomás Gimeno se tuvieron que enfrentar durante la jornada de ayer, viernes, tanto al mal estado de la mar como también al inconveniente que para el desarrollo óptimo de la gobernabilidad y la estabilidad del barco supone la intensidad de los vientos que están azotando esta zona. Precisamente ayer, fecha en la que se celebraba el Día de la Gente de la Mar, la tripulación del buque oceanográfico no cejaba en su empeño de localizar algún rastro. Fundamentalmente el cinturón de plomos que habría utilizado Gimeno, que pueda conducir a la recuperación de los cuerpos de padre e hija, todo un ejemplo de sacrificio y de compromiso.

Barajando hipótesis.

Mientras tanto, en tierra, los investigadores de la Guardia Civil continúan trabajando en ordenar las piezas del puzle de aquel infausto día. El hallazgo de las dos minibotellas de oxígeno ha abierto todo un abanico de interpretaciones en la línea de establecer de qué forma las utilizó Tomás Gimeno en lo que todo hace indicar fue un acto de suicidio. Algunos expertos se inclinan por la idea de que se habría sumergido con las botellas, inhalando su contenido, caer en un estado de narcosis y descender al fondo.

De esta forma, anestesiado y lastrado por el cinturón de plomos, su cuerpo no reaccionaría ante la sensación de ahogo. Con todo, hasta no encontrar el cuerpo y determinar mediante autopsia la posible causa de la muerte, todo se reduce al campo de la especulación y las hipótesis.

Acto de cobardía».

El portavoz de la familia Zimmermman, Joaquín Amills, subraya que la actitud manifestada por Tomás Gimeno refleja un profundo «acto de cobardía». A su juicio y haciendo un repaso de los acontecimientos, estima que «terminó más tarde de lo que pensaba» y, ya fuera por miedo o cobardía, decidió acabar con su vida al tener que enfrentarse a «un punto de no retorno». En su análisis sobre la personalidad de Gimeno, también destaca Amills que «más importante que el innegable dolor que deseaba provocarle a Beatriz, por encima de esto estaba su personalidad egoísta. Lo movía el impulso de no quedar mal ante la sociedad, de eludir el rechazo hacia un asesino», descartando por tanto la figura del arrepentimiento. Y abundando en su perfil psicológico, el portavoz señala que «es imposible meterse en la mente de este tipo de sujetos», del que dice estaba acostumbrado a vivir su vida, sin rendir cuentas a nadie, acostumbrado a «burlarse del prójimo, ser la figura protagonista.

El funeral.

Ante la expectación de un funeral público, y dado el estado epidemiológico en la Isla, la familia ha decidido posponer este acto. El portavoz reconoce que se barajó la posibilidad de «una ceremonia privada, íntima, pero Beatriz, aún con su dolor, entiende que la sociedad se merece una ceremonia pública».

Un submarino alternativo

Ante la posibilidad de que el robot-submarino Liporius 2000, que se encuentra a bordo del Ángeles Alvariño, tenga las horas contadas, por cuanto ha estado sometido a una elevada intensidad de trabajo y ya ha dado signos de agotamiento, se han planteado diferentes alternativas para su sustitución. oaquín Amills, portavoz de la familia Zimmermman, comentó en su momento que habían trasladado a las autoridades diferentes opciones, con el propósito de que las tareas de rastreo no se detengan. La alternativa del Piscis VI, planteada por el Cabildo, parece descartada al menos a corto plazo; la nave carece de los permisos pertinentes para la inmersión a grandes profundidades y tampoco dispone de una tripulación acreditada. Ahora surgen otras posibilidades. Es elcaso de un submarino que opera en plataformas petrolíferas y se adapta a las exigencias del caso.