Familiares y amigos de Francisco, el pescador de 47 años que cayó al mar el domingo cuando el barco en el que faenaba (Punta Abona) se encontraba a una milla y media de la costa de Arico, solicitaron ayer la incorporación del Ángeles Alvariño a las labores de búsqueda. Esta petición coincide con la estancia en aguas tinerfeñas del buque oceanográfico para tratar de localizar los cuerpos de la pequeña Anna y de su padre Tomás Gimeno, el principal sospechoso de su asesinato, en la misma zona donde ya se recuperó el pasado 11 de junio los restos de Olivia, la hermana mayor de Anna, a la que también le pudo quitar la vida el que fuera marido de Beatriz Zimmermann, madre de las pequeñas. La continuidad del Ángeles Alvariño en Canarias se resolverá en las próximas horas después de que a medioados de la pasada semana se consiguiera prorrogar el operativo durante unos días.

Sin noticias de Fernando

Al cierre de esta edición no había ninguna novedad en relación a un dispositivo de búsqueda que abarca tierra, mar y aire. Y es que tanto los gobiernos municipales de Arico como de Granadilla de Abona han reclamado en las últimas horas refuerzos –en ningún caso con una referencia al Ángeles Alvariño– para intensificar unas labores de rastreo en las que ayer participaron activamente agentes de la Policía Local de Arico y Granadilla, con patrullas en tierra, efectivos de la Guardia Civil (secciones de patrullas rurales, una embarcación rápida y un helicóptero), Salvamento Marítimo y el Grupo Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias (GES).

El operativo de búsqueda abarcó diferentes enclaves del litoral de los municipios de Arico, Fasnia, Granadilla de Abona y San Miguel de Abona, pero se cerró sin novedades en cuanto cesaron los movimientos por falta de luz. Las últimas referencias que hay de Fernando son anteriores a las nueve de la mañana del pasado domingo, que fue cuando se informó a los recursos de emergencias de su caída al mar. A partir de ese instante se activó un dispositivo que en la jornada de ayer se vio reforzado desde primeras horas de la mañana, pero sin la participación del Ángeles Alvariño.

Igualmente, pescadores de distintas cofradías del sur de la Isla se involucraron ayer en labores de rastreo como complemento del dispositivo de emergencias diseñado para la ocasión.

Anselmo Pestana, delegado del Gobierno en Canarias, declaró a finales de la pasada semana que las «posibilidades de encontrar algo en la zona son remotas», precisó en relación al dispositivo que aún permanece abierto para recuperar los restos de Tomás Gimeno y de la pequeña Anna.

Ese mensaje, a pesar del compromiso público del presidente Pedro Sánchez para seguir buscando a la hija menor de Beatriz, suena a que en cualquier instante se puede producir el camino de regreso del Ángeles Alvariño a su puerto base peninsular. De hecho, los resultados de los últimos días de trabajo no han arrojado datos que puedan proporcionar grandes avances en las próximas horas.

La presencia en Canarias de esta embarcación puntera –dotada de un equipamiento técnico y humano de alta cualificación tecnológica– supone un gasto diario que oscila entre los 10.000 y 12.000 euros: se calcula en torno a los 500 euros por hora de trabajo.

Respecto a la investigación relacionada con el secuestro de Anna y Olivia por parte de su padre y el posterior asesinato, ayer se conoció que la Guardia Civil realizó el pasado jueves un nuevo registro en la casa que ocupaba Tomás Gimeno en Candelaria. Al parecer, esta nueva entrada a la finca se relaciona con la búsqueda de unos medicamentos que presuntamente el padre de las niñas pudo emplear como sedantes antes de quitarles la vida. En el registro no se encontraron sustancias que pudieran avalar esta hipótesis.

El Ángeles Álvariño, por último, sondeó ayer un perímetro localizado a unas dos millas y media de la costa de Santa Cruz de Tenerife y, si no hay cambio de órdenes, se volverá a mover hoy en una zona próxima al punto en el que se recuperó el cadáver de Olivia.