El buque oceanográfico Ángeles Alvariño continuará con el rastreo en la costa de Tenerife al menos hasta el próximo 14 de junio tras el hallazgo a unos mil metros de profundidad de una botella de oxígeno y una funda de edredón que, según fuentes de la investigación, pertenecen a Tomás Gimeno, que desapareció el 27 de abril con sus hijas Anna y Olivia.

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha confirmado este martes que el buque del Instituto Español de Oceanografía permanecerá al menos hasta el 14 de junio con el fin de localizar algún indicio más que permita aclarar el paradero de las niñas y su padre.

Además, Gámez ha explicado que la complejidad y la amplitud de la operación de búsqueda requiere de la participación de este buque, dotado de sonar y robot submarino y que trabaja ininterrumpidamente durante el día y la noche y, desde que se incorporó a la búsqueda de las niñas y su padre, ha realizado un rastreo en una superficie de unas diez millas cuadradas (34 Km2).

Las fuentes de la investigación han indicado que los objetos hallados serán trasladados al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid para analizarlos.

La zona elegida para realizar el rastreo en el mar fue consensuada por la tripulación del Ángeles Alvariño y por la Guardia Civil a partir del geoposicionamiento del móvil de Tomás Antonio G.C. la noche del 27 de abril, cuando se hizo a la mar en dos ocasiones.

En ambas, zarpó solo, sin la compañía de sus hijas, y fue visto embarcando varias maletas y bolsas que había traído en su coche