El cadáver de Josefa, de 82 años de edad y conocida entre los vecinos como Pepita, fue encontrado durante la noche del pasado lunes en el interior de su vivienda en el Camino Pista Militar, en el municipio de La Laguna, una vía que en su primer tramo es utilizada para acceder a la Vía de Ronda desde el centro de la ciudad. El cuerpo presentaba evidentes signos de violencia y los agentes de la Policía Nacional detuvieron a su sobrino como presunto autor del homicidio. El acusado, de 49 años, residía hasta ahora en unos cuartos que la mujer tenía en la azotea.
Según la información que trascendió este martes, la víctima murió a causa de las heridas de arma blanca que recibió, aunque también presentaba diversos golpes fuertes en la cara, a expensas de lo que determine la autopsia que se le haga en el Instituto de Medicina Legal. Su fallecimiento pudo ocurrir entre 24 y 48 horas antes de que fuera localizada sin vida, en función del estado del cadáver.
La principal relación de Pepita con sus vecinos se producía cuando sacaba a su perro. Todos la recuerdan como una mujer correcta, que saludaba, pero que no llegó a intimar demasiado con otras personas de su calle. Se trasladó a vivir al Camino Pista Militar hace alrededor de 25 años. Al poco tiempo, se quedó viuda y no tuvo hijos, según explicaron algunos ciudadanos que la conocían.
Vivía en una edificación de tres plantas y su domicilio estaba en el primer piso. En la azotea existen unos cuartos, en los que supuestamente residía el sobrino. El ahora arrestado empezó a vivir en el lugar hace alrededor de un año. Pepita tenía contratado un servicio de limpieza. Y, según una de las mujeres de su calle, estaba previsto que en breve una vecina de la zona empezara a atenderla.
Los ciudadanos la echaron de menos en la tarde-noche del lunes, puesto que hacia uno o dos días que no la veían salir con su perro. Supuestamente, una persona llamó a Pepita y quien respondió fue su sobrino. Cuando se le preguntó por la octogenaria, el ahora investigado aseguró que había salido a dar un paseo. Y eso extrañó todavía más a quien telefoneó.
Hasta el lugar acudieron integrantes de la Policía Nacional. Cuando entraron en su domicilio, hallaron el cadáver tapado con una sábana y con lesiones por arma blanca, así como con golpes en el rostro.
A partir de ese momento se activó el protocolo por una muerte violenta. A la casa se desplazaron agentes de la Brigada de Policía Científica y de la Policía Judicial de la Comisaría de La Laguna, así como una delegación de la autoridad judicial.
Después del análisis del escenario del feminicidio por parte de los citados profesionales del cuerpo de seguridad y del médico forense, el levantamiento del cadáver se llevó a cabo en la madrugada de ayer por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de La Laguna, que se hallaba en funciones de Guardia en el momento del suceso.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) aclaró que no se trata de un caso de los denominados violencia contra la mujer o violencia machista. En principio, está previsto que el arrestado pase en la jornada de este miércoles a disposición de la autoridad judicial. A mediodía de ayer, los policías nacionales que investigan el asunto trasladaron al arrestado al lugar del homicidio, en el que permaneció menos de media hora. Acudió con una sudadera y una capucha para ocultar su cara.
Otra de las vecinas de la calle Camino Pista Militar aseguró que el ahora arrestado mantenía una mala relación con su tía y que con frecuencia le faltaba el respeto o la insultaba, como comprobó cuando visitaba a la víctima. Esta persona señala que, en una ocasión, vio cómo el ahora detenido por homicidio ejercía la mendicidad en las proximidades de la Catedral de La Laguna.
