El Tribunal Supremo (TS) confirmó una condena de 66 años de prisión para el fotógrafo pederasta de La Orotava que captó imágenes pornográficas a una docena de menores de edad entre los años 2014 y 2017. Además, el citado individuo abusó sexualmente de algunas de las víctimas en las sesiones realizadas en hoteles del Puerto de la Cruz. Según informó ayer Radio Club Tenerife, en el año 2009 había sido condenado a cuatro años de cárcel por delitos similares. La nueva sentencia contra Pablo J.H.G. tiene en cuenta la reincidencia en su comportamiento delictivo.

De esta manera, el TS ratifica las sentencias dictadas por magistrados de la Sección V de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias sobre el caso. El individuo aprovechaba su trabajo como fotógrafo para contactar con menores de entre 11 y 17 años de edad, a quienes animaba a someterse a sesiones fotográficas para impulsar su carrera como futuros modelos. Para conseguir sus fines, quedaba con ellos a través de redes sociales. A las víctimas las convencía para que se desnudaran y mostraran sus órganos genitales. Después, les pasaba imágenes de otros chicos desnudos e, incluso, manteniendo relaciones sexuales. Y, a partir de ese momento, creo el ambiente adecuado para los abusos sexuales con seis de ellos.

La primera denuncia se presentó en noviembre del 2017 por la madre de uno de los afectados ante la Guardia Civil. Los 66 años de prisión se imponen por ocho delitos de corrupción de menores, cuatro de exhibicionismo y seis más de abusos. En la sentencia del Supremo se establece que el fotógrafo no podrá acceder al tercer grado penitenciario hasta que cumpla la mitad de la referida condena y deberá acudir a programas de educación sexual. Los magistrados defienden la intervención realizada en el domicilio del investigado por los agentes de la Guardia Civil a instancias de la Fiscalía. En dicha actuación se halló material pedófilo. Explica que: «la intervención en el domicilio del investigado y el examen preliminar e incautación de los equipos y de las terminales informáticas y telefónicas fueron medidas autorizadas judicialmente mediante resoluciones motivadas y adoptadas previo cumplimiento de los presupuestos legalmente establecidos».

La sentencia previa por hechos similares se hizo en base a unos hechos ocurridos entre los años 2005 y 2007. En aquella época, era fotógrafo de procesiones de Semana Santa en varias iglesias de La Orotava y contactó con los chicos aprovechándose de la edad de estos y de su situación, pues tenían relación con las iglesias antedichas, bien por ser monaguillos o por pertenecer a las bandas de música». Esas sesiones ocurrían en hoteles del Puerto de la Cruz.