Tomás Gimeno, que está desaparecido junto a sus hijas, Olivia y Anna desde el pasado 27 de abril, adquirió el 23 de agosto de 2020 un coche de alta gama. Un vehículo que, días antes de huir en su embarcación, traspasó a nombre de su padre.

En un vídeo que Tomás Gimeno comparte con varios amigos se le ve a él conduciendo este automóvil, un Alfa Romeo Giulia, cerca de la vivienda en la que residen sus padres, en Santa Cruz de Tenerife. 

Esta última información y el vídeo en el que se observa a Gimeno haciendo rugir el motor del Alfa Romeo fue adelantada este mismo jueves por el periodista Alberto Catalán en el programa Juntos, de Telemadrid.

El progenitor de Tomás Gimeno ha sido durante toda su vida aficionado al automovilismo deportivo.

La transferencia de la propiedad del turismo al padre se interpreta como una forma más de despedida en su entorno. 

Además, Tomás Gimeno que tiene una orden internacional de búsqueda, sufrió una caída cuando practicaba motocross en una finca particular de Güímar, donde sufrió fracturas en las costillas y un fuerte golpe en la clavícula. El accidente se produjo el pasado 19 de marzo, es decir, 39 días antes de desaparecer.

Durante los días posteriores, y hasta poco antes de desaparecer, las lesiones no le permitían levantar a sus hijas en brazos sin que se quejara y respiraba con cierta dificultad, tal y como han señalado algunas personas del círculo íntimo de Tomás Gimeno.

Según estas fuentes, Tomás Gimeno se habría fracturado cuatro costillas y se golpeó también en la clavícula, que ya la llevaba dolorida de otra caída previa: "Iba en una moto, una Yamaha de 125 centímetro cúbicos. Se partió varias costillas y se fastidió la clavícula, más de lo que ya la tenía; que se la había roto anteriormente".

Este amigo de Tomás recuerda que "el día que yo lo vi, estaba doblado y no podía ni coger a las niñas; no podía casi ni respirar", asegura.