Integrantes del Grupo de Crimen Organizado de la Policía Nacional detuvieron a un hombre de origen italiano, de 57 años, al que le constaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades de su país. Este individuo pertenecía al grupo mafioso llamado Clan Cicala. Dicha organización criminal se dedicaba a la comisión de delitos graves contra el patrimonio; fraude de impuestos especiales e IVA sobre combustibles, registro ficticio de bienes y empresas. Y para obtener sus fines llegaron a hacer uso de la violencia y la intimidación.

Con el objetivo claro de dificultar su localización, el fugitivo llegó a contactar con medios de comunicación italianos para simular que lo habían detenido en su país y se llegó a publicar una información al respecto. Además, llegó a simular en las redes sociales que se había marchado de España en un avión.

Una vez realizadas numerosas gestiones, los policías consiguieron averiguar que el fugitivo podría residir en una vivienda en el municipio del Puerto de la Cruz, además de poseer una embarcación de recreo, que también usaría para ocultarse.

Los agentes lograron localizar el mencionado barco en el puerto deportivo de la localidad de Candelaria. Los funcionarios del cuerpo de seguridad que el presunto integrante del grupo mafioso se hallaba en su interior y, de forma inmediata, procedieron a su detención.

Esta no fue la única intervención de similares características desarrollada por policías de la Unidad de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife la semana pasada, puesto que también pudieron atrapar a un ciudadano húngaro de 52 años, que permanecía reclamado por las autoridades de su país a través de una Orden Europea de Detención y Entrega.

Está acusado de un robo con violencia con la utilización de un arma de fuego, durante el cual, junto con otros cómplices, secuestraron a una pareja de personas de avanzada edad, a los cuales agredieron para sustraerles un botín de más de 100.000 euros.

Esta cantidad de dinero fue destinada, en parte, para traficar con sustancias estupefacientes. Por estos hechos, si se prueba su participación, podrían sentenciarle a hasta 20 años de prisión. Tras numerosas gestiones de campo, los policías nacionales consiguieron localizarlo en su domicilio, situado en el municipio de Adeje. La captura se llevó a cabo en el momento en que el fugitivo utilizaba unas instalaciones deportivas situadas en las proximidades de su domicilio. Ambos detenidos fueron puestos a disposición de los juzgados centrales de Instrucción de la Audiencia Nacional e ingresaron en prisión a la espera de extradición.