La Guardia Civil prevé incorporar un sonar y un robot marino del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para que se sumen al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril en Tenerife. Así lo anunció ayer la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, quien indicó en declaraciones a los medios que se está en conversaciones con el Instituto Español de Oceanografía «para poder contar con sus medios y poder aportar algo más de luz a este asunto».

María Gámez señaló que la incorporación de estos dos medios será «en breve», una vez se tenga la autorización del IEO y del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar, para poder acceder a la información que figura en el sumario, que sigue bajo secreto.

La directora general comentó que ayer mantuvo una reunión con parte del equipo responsable de la investigación, así como con los medios operativos que llevan «sin descanso» durante veinte días participando en las labores de búsqueda de las dos niñas y su padre.

A sabiendas de que hay secreto de sumario, María Gámez afirmó que la Guardia Civil «no cesa ni un solo día, ni un solo instante en los esfuerzos y ha puesto todos sus medios personales y materiales para poder resolver esta desaparición cuanto antes, que es nuestra prioridad».

Asimismo, destacó que efectivos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) también están apoyando este dispositivo, en el que participan cada día más de setenta personas de medios aéreos y marítimos, además de medios terrestres.

Gámez resaltó la generosidad de otras muchas instituciones que «desde el primer momento» están colaborando con la Guardia Civil, como Salvamento Marítimo, Vigilancia Aduanera; medios de emergencia de la Comunidad Autónoma, Protección Civil, Policía Local e instituciones públicas, como la Universidad de La Laguna o el Instituto Español de Oceanografía.

A su vez, resaltó «el tesón, la dedicación, el esfuerzo y el empeño personal» que están poniendo los efectivos de la Guardia Civil que están participando en la búsqueda, así como de todas las instituciones públicas y privadas que están ayudando, pues «tenemos el empeño de dar tranquilidad a la madre y también a la sociedad española».

Sobre la investigación, afirmó que ni puede ni debe dar información debido al secreto de sumario y por el bien de la propia investigación, pero sí señaló que, por el momento, se mantienen todas las hipótesis abiertas.

En estos momentos, en España existen tres barcos con carácter público que pueden hacer frente a un rastreo del fondo marino como se ha propuesto. Uno es el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC).

Y el Instituto Español de Oceanografía posee dos embarcaciones, el Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño, que fueron construidos a la vez y tienen las mismas características técnicas. Su fabricación finalizó hace una década.

Ambos cuentan con 46 metros de eslora, 10,5 de manga y un calado de cuatro metros. Se les denomina «barcos limpios y sin ruido», por la tecnología utilizada para su desplazamiento. Poseen una quilla retráctil en la que existen sondas y cámaras. Y desde una escotilla se puede controlar un robot no tripulado. En el caso del Ramón Margalef , tomó parte a partir del 2011 en la vigilancia de la erupción submarina de El Hierro para estudiar sus consecuencias y la carografía del cono volcánico que se formó.