El nuevo registrado realizado en la mañana, el mediodía y la tarde de ayer en la finca de Tomás Gimeno en Igueste de Candelaria se saldó sin el hallazgo de restos biológicos, indicios o pruebas que contribuyan a saber qué le ocurrió a sus dos hijas en la tarde del pasado 27 de abril. En esta cuarta entrada en la vivienda, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil contó con dos perros del Servicio Cinológico especializados en el hallazgo de rastro biológico que fueron traídos desde Madrid. Hoy se cumple la tercera semana desde que la madre de las niñas, Beatriz Zimmermann, las vio por última vez.

En la inspección también estuvo la jueza titular del Juzgado número 3 de Güímar; un agente de la Policía Judicial y dos integrantes del Laboratorio de Criminalística del Instituto Armado. Y, en representación de Tomás Gimeno, asistió un cuñado, que es abogado. Por la mañana, la comitiva llegó a las 10:30 horas. Tras estar en el patio, los agentes acudieron a varias dependencias y empezaron por la cocina. Después se marcharon a las 13:30 horas. Regresaron a las 16:00 y acabaron la inspección a las 18:00 horas. Este ha sido el registro más exhaustivo en los últimos 20 días, pues se prolongó en total cinco horas, mientras que en el efectuado el pasado 3 de mayo invirtieron cuatro horas.

Uno de los canes se llama Juno y el otro, Bil. Rastrearon una superficie de 2.000 metros cuadrados en busca de restos biológicos de personas fallecidas. En un comedor todavía se ve la trona usada para dar de comer a la bebé. En el exterior también existen diversos elementos para el entretenimiento de las menores, como un pequeño tobogán de plástico, una casita y otros pequeños elementos. Llama la atención la piscina vacía de agua con dos colchonetas en el fondo. Además, existe una especie de porche, con una mesa y sillas, dos raquetas de bádminton, un trozo de césped artificial enrollado o una hamaca de color naranja. En el otro lado de la edificación también pude verse una mesa de ping pong. Se ve una especie de pequeño depósito cubierto con una pala de obra y un tubo. La propiedad está configurada por un terreno rectangular. En el centro está la casa, formada por una planta baja, primera planta y una estancia en un tercer nivel. Al este está la piscina y su entorno, así como una huerta. Y, hacia el oeste, en un nivel inferior, dos huertas más, también plantadas con frutales.