Pepe el Liso se enfrenta a 24 años de cárcel por matar a su amiga Rosi en Escaleritas para después robarle unas joyas durante el verano de 2019. El juicio se lleva a cabo hoy en la Audiencia Provincial de Las Palmas.

La Fiscalía Provincial de Las Palmas sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que José Octavio M. H., de 57 años, conocido como Pepe el Liso se encontraba con la víctima sobre las 14:00 y las 16:00 horas del 6 de junio de 2019 en el domicilio de ella en el número 17 de la calle Dean Rodríguez Bolaños del barrio capitalino de Escaleritas. A ella «la conocía desde hacia mas de 15 años por lo que mantenía una relación de amistad».

José Octavio M. H. frecuentaba, según la Fiscalía, casi diariamente a Rosi, de 61 años, en su vivienda ya que solía almorzar allí, además, en ocasiones, se quedaba junto a ella hasta la noche, «toda vez que salvo puntuales y muy esporádicos periodos, se encontraba desempleado desde hacia varios años, hasta el punto de solicitar diversas cantidades de dinero» a la víctima para «subvenir a sus mas elementales necesidades».

Pepe el Liso le había pedido a su amiga 700 euros en fechas recientes al crimen para pagar el suministro eléctrico de su vivienda ubicada en el número 75 de la Avenida Escaleritas ya que carecía del mismo por impagos. Para ese momento, el acusado, también tenía una relación sentimental con otra mujer que «desconocía en buena medida de las referidas penurias económicas por las que atravesaba» José Octavio M. H. ya que él le había dicho que se encontraba trabajando en el Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

El día anterior al crimen, Pepe el Liso invitó a su pareja al Sur para alojarse en un complejo de apartamentos desde el 7 de junio hasta el 9, «sin que conste que en ese momento dispusiera de medios o fondos económicos con los que atender su pago. Así, durante la mañana del 6 de junio, José Octavio contactó nuevamente con su novia para ofrecerle la posibilidad de adelantar la entrada en el apartamento «–que ella había contratado durante la tarde del día anterior– haciéndole creer que estaba en su puesto de trabajo, esperando el cobro un salario que no tenía ya que estaba desempleado».

Ese fatídico día acudió al piso de su amiga como de costumbre para comer con ella, pero cuando Rosi acudió a la cocina, «por causas no del todo aclaradas, pero con el propósito de acabar con su vida, la atacó con una figura de piedra que previamente cogió del salón». Le dio dos golpes en la cabeza que causaron en la víctima dos heridas inciso contusas por lo que falleció producto de un traumatismo craneoencefálico severo y hemorragia interna.

Rosi estaba de espaldas o de lado cuando recibió el ataque por lo que no se lo esperaba, especialmente por los 15 años de amistad que les unía. Sin embargo, Pepe el Liso «ejecutó su acción asegurándose del resultado letal que pretendía», y del «nulo riesgo» que existía para su integridad física tomando en cuenta «la desproporción de fortaleza física existente entre ambos, el objeto empleado y lo inesperado del ataque para la víctima». Cuando la mujer de «yacía tendida en el suelo de la cocina, agonizante o ya cadáver», José Octavio M. H. «con el propósito de obtener un beneficio patrimonial ilícito, pero sin que conste que esta fuera la motivación de la previa agresión, la despojó de varias cadenas, colgantes, esclavas y anillos de oro que esta ultima portaba».

De esta forma, Pepe el Liso se hizo con un total de 31.077,56 euros en joyas de las que la víctima «era muy aficionada». Finalmente, salió del domicilio con el arma homicida y el botín en mano y se fue a su vivienda para asearse, deshacerse de la estatuilla de piedra en un contenedor y vender en un local del centro comercial La Ballena tres joyas que se valoraban en 1.589,42 euros y de las que obtuvo 561 euros. Seguidamente se fue al Sur a pasar el fin de semana con su pareja que «desconocía» lo ocurrido.

José Octavio M. H., que fue detenido el 9 de junio a su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, será juzgado desde hoy ante el Tribunal del Jurado en la Audiencia Provincial de Las Palmas y se enfrenta a 24 años y medio de cárcel por un delito de asesinato y otro de robo con violencia. Además, deberá indemnizar al hijo de la víctima con 70.000 euros en concepto de daños morales.