La magistrada juez titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Arona, Sofía Román Llamosí, dictó auto de apertura de juicio oral por dos delitos de asesinato y uno de asesinato en grado de tentativa contra el alemán Thomas Handrick, acusado de matar a su mujer y a uno de sus hijos, de 10 años, y ocultar sus cuerpos en una cueva en las medianías altas del municipio de Adeje, así como de intentar matar a su segundo hijo, de siete años. La autoridad judicial impone al acusado una fianza de 910.000 euros para asegurar las responsabilidades civiles en las que pudiera incurrir, y le embarga tres viviendas en la ciudad de Halle (Sajonia-Anhalt, Alemania). El acusado continúa en prisión preventiva incondicional, después de que esta medida se prorrogara el pasado 26 de marzo.

El auto de apertura de juicio oral, contra el cual no cabe más recurso que el referido a su situación personal (es decir, si sigue en prisión preventiva o no), supone que ha finalizado ya la instrucción judicial del asunto y que el acusado será juzgado por un Tribunal de Jurado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife para responder del triple crimen. La resolución responde así a la petición del fiscal, que pide prisión permanente revisable para el acusado.

En 2019, Thomas Handrick, entonces con 43 años, mantenía una relación matrimonial con S., fruto de la cual tenían dos hijos menores, de 10 y 7 años. El acusado se encontraba en trámites de divorcio de su esposa y residía durante largas temporadas en el casco histórico de Adeje, “lugar al que se trasladaban ocasionalmente para visitarle su mujer y sus dos hijos, según acuerdos judiciales”.

El 22 de abril de 2019 llegaron las víctimas a Tenerife procedentes de Alemania. Asegura la juez que, con anterioridad a este viaje, el acusado ya había decidido “acabar con la vida de su pareja, que entendía no podía divorciarse del mismo y hacer una vida independiente, y la de sus hijos”.

En la mañana del día siguiente, en ejecución del plan minuciosamente preconcebido, sigue la magistrada, “el acusado invitó a su esposa y sus dos hijos a realizar una caminata, desde el casco histórico de Adeje hasta La Quinta; y, desde ahí hasta el paraje del Hoyo del Agua, con la falsa promesa de entregarles unos regalos que había escondido en una cueva de grandes dimensiones, en un lugar solitario y apartado, que a propósito había escogido para asegurar la ejecución de sus actos y evitar la defensa por terceros de su familia”. Los hizo caminar cuesta arriba unos 10 kilómetros.

Una vez allí, continúa el auto, “aprovechando dichas circunstancias, movido por el ánimo de acabar con la vida de su esposa e hijos, en el exterior de la citada cueva, agredió de forma inopinada y sorpresiva a su esposa, propinándole bastantes y fuertes golpes, utilizando las manos y probablemente una piedra cogida del lugar”, indica el documento. Según el mismo texto, “a pesar de que la mujer trató desesperadamente de defenderse, no pudo evitar que el acusado la aturdiera, cayendo al suelo, donde le aplastó el cráneo con una piedra”.