La Guardia Civil apunta a la muerte violenta como principal causa del fallecimiento de la persona encontrada el domingo en el interior de un pozo en una nave sin actividad de O Cerquido, en Porriño. Al parecer, el cadáver, en avanzado estado de descomposición, presentaba un fuerte golpe en la cabeza, hecho que, sumado a que la tapa del depósito estaba cerrada, hacen pensar que pudiera tratarse de un crimen.

El cuerpo fue retirado del pozo en la tarde noche del domingo en posición rígida, y tenía los antebrazos y las manos deshechas, por lo que se investiga si es fruto de la descomposición postmortem o fue amputado. Además, el cadáver se encontraba saponificado, es decir, prestada una hidrólisis a consecuencia de llevar mucho tiempo en el agua.

Por el momento se desconoce la identidad del sujeto, aunque la Guardia Civil ya ha confirmado que de la autopsia se desprende que es un varón que no tendría más de 35 años. Para ponerle nombre y apellidos, se analizarán sus dientes. El propio domingo se encontraron varias piezas dentales y además se extraerá el ADN de su cuerpo con el fin de resolver la primera incógnita que envuelve este crimen: la identidad de la víctima.

En la jornada de este lunes, efectivos del Servicio de Investigación de la Guardia Civil peinaron la nave y sus inmediaciones en busca de alguna pista. Además, dos unidades de bomberos de Porriño colaboraron vaciando el pozo en el que se encontró el cuerpo con el fin de filtrar su agua para analizarla. Luego, efectivos de Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas se introdujeron en el interior del agujero para intentar localizar restos de la víctima o incluso la posible arma homicida.

La Guardia Civil deberá ahora analizar todo el material encontrado en la jornada de ayer en la nave y en el pozo donde apareció el cuerpo sin vida de este varón de entre 30 y 35 años para conocer si fue este el escenario del crimen. Además, también será imprescindible el resultado de la autopsia para saber si fue un golpe en la cabeza la causa de su muerte.

Además de las pruebas forenses, los agentes también revisarán si hay alguna denuncia de desaparición activa en Porriño, en concellos limítrofes o incluso en Portugal que se ajuste a esta descripción. Para ello, la Guardia Civil ha activado el protocolo de colaboración con la policía portuguesa.

El pozo en el que apareció por casualidad el cadáver cuando los propietarios iban a comprobar si tenía agua, se encuentra en una nave a los pies de la PO-2502, muy cerca de la autovía A-55 y en dirección a Ribadelouro (Tui).