La muerte ayer de un niño de 13 años que se quitó la vida a primera hora en Valencia ha disparado todas las alarmas, ya que ese hecho se ha producido solo 12 horas después de que otro menor este de 10 años, sufriera heridas muy graves en lo que la Policía califica como intento de suicidio. Los actos lesivos con resultado de muerte son hechos muy inusuales, por lo que la proximidad temporal de estos dos hechos ha hecho saltar todas las alarmas. Agentes especializados en menores investigan si hay un nexo común entre los dos hechos y si detrás de esas decisiones puede ocultarse algún tipo de reto virtual.

El primero de los hechos se produjo, tal como adelantó Levante-EMV en su edición digital el lunes por la noche, en el distrito de Russafa, cuando un niño de 10 años resultó herido muy grave en su domicilio. Inicialmente se atribuyó a un accidente, pero la inspección ocular realizada por agentes de la Policía Científica y del Grupo de Menores (Grume) en la casa, redirigió la investigación hacia una tentativa de suicidio.

El chico estaba solo en casa —sus padres estaban trabajando, la madre, en València, y el padre, en otra comunidad autónoma— y en la misma estancia en la que estaba el menor antes de suceder los hechos, encontraron su tableta, que ya está siendo analizada por especialistas de la Policía Nacional para revisar su actividad inmediatamente anterior y buscar una posible explicación a su decisión.

Además, los policías constataron que desde ese lugar hasta el punto donde fue encontrado tuvo que salvar un obstáculo importante que descarta la accidentalidad de la acción.

El menor, que no llegó a perder el conocimiento, fue atendido por el personal médico de emergencias y trasladado en una ambulancia del SAMU al Hospital La Fe, donde ha sido sometido a una operación de urgencia. El pequeño tiene numerosas fracturas en las piernas y permanece sedado. Los médicos son optimistas aunque el pronóstico es reservado a la espera de su evolución.

Exactamente 12 horas

Ese hecho había ocurrido a las 20.00 horas del lunes. Solo 12 horas después, a las ocho de la mañana de este martes se producía una nueva llamada a emergencias con un hecho similar. En esta ocasión, el menor tenía 13 años y, desgraciadamente, resultó fallecido. El chico estaba en casa con sus hermanos menores y su abuela. Todos ellos tuvieron que recibir apoyo psicológico inmediato.

Los dos menores emplearon el mismo método y las dos acciones autolíticas están muy próximas en el tiempo, de manera que el Grume trata de averiguar si los niños se conocían de antemano y si hay algún nexo de unión entre las dos decisiones, como ha ocurrido en otros casos en los que menores han resultado heridos o fallecidos siguiendo instrucciones de un reto virtual.

Aunque los dos hechos han sucedido en Valencia, han ocurrido en distritos distintos —uno de ellos en el de Russafa y el otro, en el de Patraix— y los chicos no pertenecen al mismo centro escolar. Hay más diferencias, como la edad: el fallecido tenía 13 años, mientras que el otro tiene 10 —cumple 11 en breve—.

En todo caso, al tratarse de dos niños y haber coincidido en el tiempo, la Policía Nacional está intentando aclarar si el origen de la decisión es común y si ha habido algún tipo de inducción. Por lo pronto, los agentes no solo tomarán declaración a los familiares, sino también indagarán en su entorno de amigos y en sus respectivos centros escolares para averiguar si estaban siendo objeto de algún tipo de acoso.

Suicidio y ayuda 24 horas

Si estás viviendo una crisis o tienes pensamientos suicidas puedes llamar al 112 donde un equipo de profesionales puede ayudarte de forma inmediata durante las 24 horas de todos los días del año. Además, puedes acudir a un centro de salud u hospitalario en busca de ayuda. El 717 003 717 es el número del Teléfono de la Esperanza.