Guardias civiles de Tráfico destinados en el destacamento de La Laguna denunciaron anoche a dos hermanos como presuntos autores de un delito contra la seguridad vial, en un caso, y una infracción administrativa, en otro, por circular con una elevada tasa de alcohol. El primero fue parado en un punto de verificación de alcohol y drogas desarrollado en la rotonda de Los Rodeos. Al certificar que se hallaba en estado ebrio y que el vehículo quedaba inmovilizado, el citado conductor llamó a su familiar para que le llevara el coche a su casa. Pero la sorpresa de los agentes fue mayúscula cuando el hermano que acudió para recoger el turismo también estaba en estado de embriaguez. Y eso a pesar de que sabía que en el lugar estaban dichos profesionales de Tráfico.

Los hechos comenzaron a las 20:15 horas, cuando dos motoristas de la Agrupación de Tráfico dieron el alto al conductor de un Toyota Corolla en la rotonda del aeropuerto Tenerife Norte. El individuo, de 57 años, presentaba síntomas de haber consumido bebidas alcohólicas. Por ese motivo, los funcionarios del Instituto Armado le realizaron la prueba pertinente. En la primera muestra arrojó una tasa de 0,82 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, mientras que en la segunda llegó a 0,88. Es decir, cometió un delito contra la seguridad vial, puesto que el mínimo para llegar a dicha infracción penal está fijado en 0,65. Cuando fue preguntado por lo que había bebido, respondió que solo había consumido “un vaso de vino y una arepa”. Los guardias civiles lo informaron de que el automóvil quedaba inmovilizado y debía avisar a algún familiar o conocido para que fuera a recogerlo. El varón llamó a su hermano, que en la primera prueba llegó a 0,67 y en la segunda, a 0,61. El primero se mostró colaborador al principio, pero después, al ver que su hermano iba a ser denunciado, se alteró ante los agentes.

Debido a las mencionadas circunstancias, el Toyota Corolla del primer conductor se quedó inmovilizado, mientras que el turismo del segundo se lo llevó una mujer que no había bebido.

El ciudadano que fue interceptado en primer lugar ha sido citado para un juicio rápido en el Juzgado de Instrucción que se encuentra de Guardia en el partido de La Laguna. En cuanto al segundo denunciado, fue propuesto para sanción, con una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del permiso de conducción.

Además, al introducir sus datos personales en las bases de la Guardia Civil de Tráfico, se detectó una nueva infracción. El motivo fue que, hace algún tiempo, llegó a perder todos los puntos del carné, por lo que este se le retiró por orden judicial. Tras cumplir el periodo sin disponer del citado documento, no realizó el curso obligatorio de reeducación vial.

Ante esa realidad, anoche los dos motoristas del destacamento de Tráfico de La Laguna le notificaron una segunda propuesta de sanción, que consiste en pagar 200 euros por no haber efectuado el citado curso para recuperar el permiso de conducir.