El caso de Rocío Wanninkhof, la joven asesinada en octubre de 1999 por el británico Tony Alexander King, resucita cada cierto tiempo. Está a punto de salir una serie en Netflix y se ha conocido el contenido de una larga carta enviada hace unos cuatro o cinco años por este asesino a la madre de la víctima, Alicia Hornos, de 70 años, una paranoica misiva de 68 folios en la que niega ser el autor del crimen, aunque sí sugiere que estuvo presente en el lugar de los hechos, según desvela El Español. “I’m not Rocio’s murderer (No soy el asesino de Rocío)”, asegura en la carta King, condenado también por matar a Sonia Carabantes, y añade que es “un chivo expiatorio” de Dolores Vázquez, la exnovia de Alicia Hornos, que fue condenada inicialmente por el crimen, pero luego exonerada al aparecer pruebas contra el británico.

La madre de Rocío asegura que le cree, y también su letrado, Marcos García-Montes, que hace diez años pidió la reapertura del caso tras otra carta de King, quien no ha dejado de defender ante Hornos su inocencia, a través de misivas. Se trata de dos cartas en las que King apunta como autores materiales del crimen a otro británico, Robert Graham, que en su día ya fue investigado por el caso, aunque su pieza se archivó, y a Dolores Vázquez, y en la que indica, eso sí, con un lenguaje enrevesado, que fue testigo de lo ocurrido con Rocío. King relata en la carta cómo se produjo el crimen, y añade dibujos bastante explícitos.

En diciembre de 2010, Alicia Hornos, residente en Jaén, escribió una carta a King. “Quería saber lo que había pasado aquella noche con mi hija y por qué la mataron”, aseguró. Las respuestas no tardaron en llegar. La madre se pregunta si no será inocente. El letrado Marcos García-Montes pidió investigar estas cartas, pero no se llegó a nada. En la sentencia, el tribunal del jurado admitió que en el crimen habían participado dos o incluso tres personas. Tony King sigue cumpliendo la condena de 19 años de prisión que se le impuso en 2006 por el crimen de Rocío, y le cayeron otros 36 por matar a Sonia Carabantes. No saldrá de prisión hasta 2033.

En la última carta a Alicia Hornos, Tony King se abona a una truculenta teoría conspirativa. “Hay un círculo de conspiración a los niveles más altos en Málaga, que permite que los criminales más inteligentes pasen desapercibidos (...) Estas negligencias ponen a la gente de Málaga en riesgo. Especialmente a las mujeres y niñas, que desaparecen todo el rato y son asesinadas”, sostiene en la misiva. Indica que la confesión ante la Guardia Civil fue forzada, y vuelca todas sus acusaciones en Dolores Vázquez, la mujer que pasó 17 meses en prisión tras ser condenada en un juicio en el que algunos dicen que pesó la presión mediática. “Dolores Vázquez tiró una colilla con mi saliva y mi ADN para incriminarme. Quería un chivo expiatorio en caso de que ella se convirtiera en sospechosa”, llega a decir en la carta que ha salido a la luz. La descripción que hace del asesinato de la joven de 19 años es muy explícita. Cuenta cómo Rocío Wanninkhof se encontró con Vázquez en la calle y comenzaron a discutir y forcejar, hasta que llegaron dos hombres y Vázquez le propinó una cuchillada en el pecho a la joven. La metieron en un coche y allí le propinaron numerosas puñaladas por la espalda. Después se trasladaron a un camino de tierra, donde arrojaron el cadáver. Lo terrible de la misiva es que King –un psicópata que ya antes de viajar a España era conocido como el estrangulador de Holloway, por haber atacado a cinco mujeres– acompaña su relato con dibujos que muestran cómo Rocío recibe numerosas puñaladas, o cómo la arrastran a un coche. King asegura que admitió los hechos empujado por su abogado, Adrián Broncano, y el periodista David Rojo.