La Fiscalía y la familia de Romina Celeste Nuñez Rodríguez, la joven paraguaya que murió en la madrugada de Año Nuevo de 2019 en la vivienda en la que residía en la urbanización El Palmeral, en Costa Teguise junto a su marido, y la acusación popular, ejercida por el Instituto Canario de Igualdad, han solicitado este miércoles la prórroga durante dos años de la prisión preventiva del ingeniero madrileño Raúl Díaz Cachón, interno de la cárcel de Tahíche desde el 16 de enero de 2019, por ser el sospechoso del homicidio de su esposa, maltratarla de forma habitual y profanar su cádaver.

El Juzgado de Instrucción Nº1 de Arrecife, que ha llevado a cabo la investigación del caso, ha celebrado este miércoles, 13 de enero, la vista oral para decidir sobre la situación de prisión condicional de Díaz Cachón.

Encarcelado desde hace dos años

El próximo 16 de enero se cumplirán dos años desde que el marido de Romina Celeste está encarcelado. La legislación establece que después de ese periodo sin que se haya terminado la instrucción de la causa y celebrado el juicio, el reo deberá ser puesto en libertad o, teniendo en cuenta circunstancias especiales, el juez podrá determinar la ampliación del régimen de encarcelamiento preventivo durante dos años más, que es lo que han pedido las tres acusaciones, ha asegurado Emilia Zaballos, abogada de la familia de Romina Celeste y presidenta de la Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constitucionales, que presta apoyo jurídico a los familiares de la víctima.

En el juicio, algunas de las partes han estado en la sala de forma presencial y otras lo han hecho a través de medios telemáticos

Díaz Cachón ha sido conducido hasta el Palacio de Justicia de Arrecife para la celebración del citado juicio en el que algunas de las partes han estado en la sala de forma presencial y otras lo han hecho a través de medios telemáticos.

Tanto la Fiscalía como las acusaciones particular y popular han alegado para reclamar la prórroga de prisión que "bajo ningún concepto se vulnera el derecho a la libertad de Díaz Cachón, toda vez que hay circunstancias que acreditan que existen otros derechos constitucionales legítimos que tienen prioridad, sobre todo, cuando hay una persona que ha cometido un delito, como es este caso. Hay claros indicios de criminalidad contra el investigado tras un fantástico trabajo de instrucción tanto por la rapidez como por la calidad de las pruebas presentadas en la investigación", ha explicado Zaballos.

Sus hijas "no quieren ir a visitarle"

La letrada asegura que la defensa de Díaz Cachón ha argumentado para pedir la libertad de su cliente que no existe riesgo de fuga por su arraigo en Lanzarote, donde residen sus hijas. Además, ha añadido la letrada, "ha presentado una ejecución porque sus hijas no quieren ir a visitarle a prisión, pero no ha aportado ninguna prueba psicosocial ni psicológica de si es conveniente de que sus hijas tengan relación con él o si quieren tenerla o no, con lo que no ayuda a que lo pongan en libertad".

Asimismo, la defensa, ha detallado Zaballos, se ha referido "a una discapacidad de la madre y la hermana de Díaz Cachón y que tiene que ocuparse de ellas, cuando en realidad ambas viven en la Península y tienen quién las cuide y además, esa circunstancia no la alegado en dos años. Si se ocupase de ellas se iría de Canarias, con lo cual el riesgo de fuga sería mayor".

Ahora la jueza tiene que dictar un auto sobre si acepta la prórroga para que Díaz Cachón siga en la cárcel o, por el contrario, sea puesto en libertad a la espera de juicio.

Además de homicidio, maltrato habitual y profanación de cádaver, la Fiscalía Provincial de Las Palmas considera que hay indicios suficientes para acusar a Díaz Cachón de al menos dos delitos de lesiones en el ámbito familiar y de simulación de delito. Un jurado popular juzgará al investigado por los citados cargos contra la que fue su esposa, quien tenía 28 años en el momento de fallecer. Su muerte se convirtió en la primera en España por violencia de género en 2019.

Reconstrucción de los hechos

El presunto autor de los hechos señaló durante la reconstrucción de los hechos que se encontró muerta a su mujer en el baño al regresar a casa en la madrugada del uno de enero tras haber consumido drogas y discutir con ella porque le había pedido dinero para traer a su hijo de Paraguay, fruto de una relación anterior.

El acusado reconoció que quemó el cadáver de su esposa en una barbacoa en la terraza de su vivienda en Costa Teguise y que posteriormente lo arrojó al mar. También admitió que tiró la ropa de Romina Celeste a un contenedor de basura de la zona de Los Lirios, en el pueblo de Tías, pero no pudo ser localizada por los investigadores.

En la fase inicial de la instrucción, la Fiscalía añadió que el acusado "quemó y desmembró el cuerpo de la víctima en el interior de la vivienda, valiéndose para ello además de otras herramientas pendientes de determinar en este punto de la investigación, de una barbacoa".

Después, según el Ministerio Público, Díaz Cachón "introdujo en bolsas los restos del cuerpo de Romina, metió las bolsas en el interior del maletero del vehículo que había alquilado a tal efecto y arrojó al mar el contenido de las bolsas de forma que tan solo apareció el 5 de enero de 2019 un pulmón de la víctima".

Socorristas de la playa de Las Cucharas, en Costa Teguise, dieron aviso a la Guardia Civil del hallazgo en la zona de un resto orgánico que podría ser de Romina Celeste, después de que se enteraran por los medios de comunicación de que su marido había arrojado su cuerpo al mar. La Policía Judicial de la Guardia Civil encontró días después los restos en el contenedor donde los vigilantes los habían tirado pensando que podrían ser de origen animal. Análisis de ADN determinaron que el trozo de pulmón hallado pertenecía a Romina Celeste.

Díaz Cachón pidió ayuda para buscar a Romina Celeste

Fue el propio Díaz Cachón el que el 8 de enero de 2019 presentó una denuncia en el cuartel de Guardia Civil de Costa Teguise por la desaparición de su mujer "pese a conocer perfectamente que no había existido tal desaparición, sino que él había dado muerte previamente a su pareja sentimental", relata la Fiscalía.

Romina Celeste fue atendida por los servicios sanitarios los días 8 de agosto y 21 de octubre tras haber sido agredida por su marido y el 29 de diciembre de 2019 se presentó en el Servicio de Urgencia del hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote tras haber sufrido otra supuesta paliza. Sin embargo, ningún médico la atendió porque su marido fue a buscarla al centro sanitario y se la llevó antes de que la viera el facultativo. La mujer murió dos días después.