El cadáver de Angelo Michel Yves C.C., de 61 años y de nacionalidad francesa, fue encontrado el 2 de marzo del año pasado con evidentes signos de violencia en lo que un día fueron las antiguas pistas de tenis de Ten Bel, en la calle Andrómeda, de Costa del Silencio, en el municipio de Arona. Pocos días después, los investigadores de la Guardia Civil sabían quiénes eran los presuntos autores del homicidio y también eran conscientes de que habían salido de España para evitar que se les relacionara con los hechos. Tras diversas gestiones, los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife reunieron suficientes indicios y pruebas para atribuir el violento ataque a dos individuos de 37 y 27 años de edad de nacionalidad británica. Y, de hecho, tenían hasta una foto en la que aparecían ambos sonrientes. Los implicados fueron detenidos el pasado 28 de diciembre en el condado de Bedfordshire, en el Reino Unido, por agentes de la policía de dicho país, donde también eran buscados por otros delitos.

Todo indica que la muerte violenta ocurrió a finales de febrero, puesto que la última vez que la familia pudo contactar con la víctima fue el día 25 de dicho mes. La hija denunció tres días más tarde y el cuerpo apareció en estado de descomposición el 2 de marzo en el bar de las pistas de tenis y un antiguo parque. Lo habían escondido en el lugar que Angelo escogió para vivir.

La Guardia Civil informó ayer de que, a raíz de las múltiples pesquisas llevadas a cabo por los investigadores, se supo que los implicados eran dos individuos británicos que abandonaron España días después de cometer el delito; unas horas antes de que el cadáver fuera localizado. Los agentes iniciaron acciones de cooperación policial internacional, a través de las cuales se pudieron relacionar los numerosos vestigios hallados en la inspección ocular practicada por el Laboratorio de Criminalística de Policía Judicial en el lugar de los hechos con los mencionados individuos.

Dicha coordinación se realizó, de forma principal a través del Agregado de Interior de España en el Reino Unido y República de Irlanda y con el International Coordination Crime Centre (ICCC) de la National Police Chiefs Council (NPCC), recurso encargado de gestionar estos procedimientos entre diferentes cuerpos y agencias británicas, y el resto de países acreditados en el Reino Unido a través de sus oficiales de enlace. Fue así como los guardias civiles obtuvieron toda la información necesaria para incriminar a los sospechosos, así como tener conocimiento de su paradero actual. El Juzgado de Instrucción número 1 de Arona emitió dos ordenes europeas de detención y entrega para la captura de ambos varones, así como para registrar el lugar donde fueran localizados.

Dichas requisitorias fueron coordinadas y validadas por la National Crime Agency (NCA) y se ejecutaron a cabo el pasado 28 de diciembre por la Bedfordshire Police, que también realizó los registros del domicilio.

Los presuntos autores de la muerte violenta llevaban apenas dos meses en Tenerife cuando cometieron presuntamente el homicidio. Actualmente, ambos se encuentran bajo la custodia de las autoridades del Reino Unido, al tener medidas cautelares por causas pendientes con la justicia del referido país. Una vez que se resuelvan los asuntos mencionados, la administración de Justicia británica decidirá sobre su extradición.

Esta investigación, llamada operación Ten-Bel, fue desarrollada por el Equipo de Delitos contra las Personas, el Laboratorio de Criminalística y el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Playa de las Américas –pertenecientes todos ellos a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de la provincia de Santa Cruz de Tenerife–. El asunto fue dirigido por el Juzgado de Instrucción número 1 de Arona y por la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.