La Guardia Civil de Pontevedra ha detenido a un vecino de la capital gallega que, presuntamente, habría contratado a varios sicarios para matar a su expareja, con la que había tenido una relación sentimental hace unos cuatro años aproximadamente. El detenido, puesto a disposición judicial en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Nº1 de Caldas, habría pagado 15.000 euros en bitcoins para que los asesinos a sueldo acabasen con la vida de su exmujer simulando un accidente. Esta circunstancia es determinante para que los hechos investigados se puedan enmarcar también en el ámbito delictivo de la violencia de género.

Las investigaciones realizadas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ), en colaboración el Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ Madrid), se iniciaron en noviembre cuando un medio de comunicación del Reino Unido, que realizaba un reportaje de investigación en España sobre estafas en la deep web, alertó a la Benemérita sobre las intenciones del ahora detenido.

Se pudo comprobar como haciendo uso de un nick anónimo, el ahora detenido le adelantó 15.000 euros en bitcoins a un grupo de presuntos sicarios. Además del pago, les habría facilitadolos datos personales de una mujer, domicilio, lugar de trabajo, matrícula del coche, rutinas diarias así como una fotografía. El objetivo era que acabasen con su vida simulando un accidente. Lo que no sabía este hombres es que este grupo de presuntos sicarios, llevan a cabo principalmente estafas, ya que en ningún momento pensaban concluir con el encargo realizado, sino solamente cobrar por él.

Estafas en la Internet Profunda

La Guardia Civil advierte de que este tipo de estafas es habitual en la conocida como Deep Web. La mayoría de los sitios de la Internet Profunda están asociados con actividades ilegales: tráfico de armas, venta de órganos, sicarios, trata de seres humanos... Al amparo del anonimato, como es el caso, se pueden encontrar sicarios que se ofrecen para matar a cambio de un precio considerable.

Uno de los aspectos al que se enfrentan todos los interesados en este tipo de servicios es el mismo: cómo evitar las frecuentes estafas y asegurarse de que el delito se ha consumado. La moneda utilizada generalmente en este tipo de contratos es la criptomoneda, siendo una divisa electrónica descentralizada que puede transferirse electrónicamente entre dispositivos inteligentes, en teoría sin dejar rastro, aunque como se ha demostrado en numerosos casos se identifica al titular del pago efectuado.

La Benemérita advierte que "hay que tener presente que no sabemos quién está detrás al fin y al cabo estaríamos tratando con delincuentes. Podría ser un estafador quien nos ofrece un servicio falso como es el caso que nos ocupa, y por supuesto, no vamos a poder reclamar absolutamente nada".