Poco después de las siete de la mañana del 3 de diciembre de 2020, A.se disponía a abandonar la localidad ourensana de O Carballiño para desplazarse a Vigo, donde trabaja como agente de la Policía Autonómica, cuando fue abordado por un vecino que intentó robarle el coche y acuchillarlo. El policía, de 42 años, consiguió repeler los ataques más graves -sufrió unas lesiones superficiales- y reducir al individuo, que resultaba ser un vecino de la misma calle. "Te voy a matar, eres el culpable de que quieran matar a mi hijo", decía el presunto agresor, al que el agente solo conoce de vista y que según fuentes policiales padece un trastorno psíquico.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), que este miércoles ha publicado un vídeo en el que se como el agente se defiende del ataque, ha anunciado que se personará como acusación en la causa contra el atacante, que fue detenido y ya ha ingresado en prisión. "Queremos trasladar nuestra enhorabuena a nuestro compañero por su intervención y que se recupere lo antes posible de las lesiones sufridas", indican en una publicación en las redes sociales en la que vuelven a pedir un premio para el agente por su hábil intervención: "Exigimos a la DGP su ingreso en la Orden al Mérito Policial".

Cronología de un robo frustrado

El suceso ocurrió en el centro urbano de O Carballiño entre las 7.10 y las 7.20 horas de la mañana a principios de diciembre. El agente salió de su domicilio, de paisano, a bordo de su vehículo, con la intención de dirigirse a su puesto de trabajo en la comisaría de la Policía Autonómica en la ciudad de Vigo.

A. se paró un momento al lado de su casa para echar la basura en los contenedores. Al darse la vuelta, vio que un individuo de mediana estatura, con una sudadera oscura con capucha y unos papeles enrollados, se le acercó y presuntamente le dijo que le iba a robar el automóvil, que estaba con la puerta abierta y el motor encendido, al lado de los cubos de la basura. El agente tenía su arma reglamentaria en una mochila situada en el asiento del acompañante.

El policía se negó y el asaltante le dijo que necesitaba el coche porque, según él, estaban matando a su hijo. El agente se volvió a negar y el individuo le mostró un cuchillo como de cocina, para intimidarlo. El presunto agresor se introdujo parcialmente dentro del asiento del conductor, el agente lo intentó inmovilizar con la puerta y el asaltante salió con violencia del coche.

En ese momento, el policía le mostró su placa. También le advirtió verbalmente que era un agente de la autoridad. El denunciante considera que el individuo la vio, porque se encontraba a un metro de distancia en un lugar iluminado.

Pero presuntamente el asaltante se puso más agresivo incluso. "Tú eres el que quiere matar a mi hijo", dijo antes de lanzarle una cuchilla de arriba a abajo a la altura de la cabeza, que el agente logró esquivar. Después huyó pidiendo ayuda en dirección a su domicilio, siendo perseguido por el agresor. Al policía le dio un tirón y no pudo continuar. En ese momento, el asaltante se le echaba encima con amenazas: "Te voy a matar", según la víctima.

El agente intentó defenderse con una patada, pero no alcanzó al individuo, quien presuntamente trató de lanzar de nuevo una cuchillada al policía a la altura de la cabeza y el cuello. El profesional la evitó sujetando por el brazo al agresor, que no se detuvo. Sufrió cortes en la frente y los dedos de una mano.

"Te voy a matar"

Ambos cayeron el suelo, el policía intentó reducirlo y logró que soltara el cuchillo, pero el asaltante intentó meterle los dedos en los ojos, mientras gritaba: "Te voy a matar, tú eres el culpable de que quieran matar a mi hijo". El policía le aseguraba que era mentira, que no tenía nada contra él y que ni siquiera trabaja en O Carballiño.

El agente, que no conoce al hombre más que de vista -vive en la misma calle que él, con dos portales de diferencia-, asegura que nunca ha tenido problemas con él. Ni siquiera habían hablado nunca. Sin dejar de pedir ayuda, este funcionario consiguió reducir a su asaltante. Al poco llegaron una patrulla de la Policía Local y otra de la Guardia Civil, que se encargaron de la detención del presunto agresor.

La impresión del agente es que la primera intención del individuo era robarle el coche, pero cuando se identificó como policía, el presunto agresor se desentendió del vehículo, pretendiendo ya atentar contra el denunciante.