Trepó por la fachada de la casa y entró en la trampa de humo y fuego. En seguida salió llevando al vecino a cuestas. Luego se esfumó sin más. No quería perder el autobús a Gandia. Además, no tenía papeles. Del héroe anónimo sólo se sabía que era senegalés, que vendía artesanía por las calles de Dénia y que se jugó la vida para rescata a Álex Caudeli, un vecino que no puede caminar y que había quedado atrapado en su casa en llamas. Dos días después, se supo la identidad del héroe. Era Gorgui Lamine Sow, un inmigrante irregular de 21 años. Su hazaña despertó un enorme interés.

Ha pasado un año y Gorgui tiene papeles y ha logrado la nacionalidad española. También ha sido padre por segunda vez. Su compañera, Gana, dio a luz el pasado 1 de noviembre en el hospital de Gandia. Vino al mundo Astoumbene. La familia había vivido en un cuartucho en un piso de la capital de la Safor. Ahora, con dos hijas, Ndeye, que tiene un año y seis meses, y la recién nacida, necesitan intimidad. Han buscado piso en Dénia y Xàbia. Los alquileres están por las nubes. Se han ido a vivir a Valencia. "Es un piso pequeño, pero estamos mucho mejor que antes. Pagamos 550 euros de alquiler y sigue siendo muchísimo para nosotros", explicó Gorgui.

El joven pensaba que con la nacionalidad española le sería más sencillo encontrar trabajo. Su sueño es ser bombero. "Necesito urgente un trabajo para poder sacar a mi familia adelante", advierte. "Quisiera trabajar en el puerto de Dénia o de Xàbia. Ojalá me dieran una oportunidad". "También necesito sacarme el carné de conducir. Pero es muy caro", lamenta Gorgui.

La heroicidad es también pelear cada día. Lo sabe bien Álex Caudeli. Los golpes de la vida lo han postrado en una silla de ruedas. Tras el incendio, no ha logrado recobrar un poco de normalidad. "He intentado recoger algo de dinero para arreglar mi casa. Pero solo he podido conseguir que vuelva a tener luz y agua. Sigue arrasada. Está inhabitable. Y, por mi enfermedad, necesito volver a mi casa y tener de nuevo el servicio de atención médica a domicilio. Mientras tanto, voy a peor. Tengo 40 años y noto que me estoy muriendo poco a poco".

Este vecino de Dénia revela que está viviendo de "okupa" junto a su expareja en Benissa. "No puedo permitirme otra cosa. Todo el dinero lo gasto en medicinas y tampoco me llega. Me tomo 24 pastillas cada día", afirma.

Álex Caudeli avanza que el tribunal médico tiene ahora que volver a evaluar el grado de su discapacidad. No puede caminar. Dice que los médicos ya le confesaron hace tres semanas que lo más probable es que no vuelva a andar. Insiste en que necesita regresar a su vivienda de la zona del puerto de Dénia para retomar la rehabilitación y tener una mínima atención sanitaria. "En este último año, he estado ingresado cuatro veces. Ahora con el coronavirus soy una persona de alto riesgo. Aquí vivo sin agua corriente ni luz eléctrica. No puedo cocinar. Me paso los días en el sofá. Necesito arreglar mi casa y que sea mínimamente habitable para volver y recuperar un poco de normalidad".

Álex asegura que le estará eternamente agradecido a Gorgui por salvarle la vida. "No me conocía de nada. No tenía papeles. Pero hizo lo que no hizo nadie en la calle. Se metió en la casa en llamas y me salvó la vida", recuerda. "También pienso que yo he sido un poco un héroe para él. Desde aquel día tiene un porvenir. Me salvó la vida y las cosas le han ido mejor. Yo, en cambio, lo perdí todo. No tengo ni siquiera salud para seguir luchando", se sincera este vecino de Dénia.