Una mujer que llevaba recluida 18 años en su casa en Málaga ha sido localizada por la Policía Nacional después de que un familiar suyo denunciara recientemente su desaparición, ya que llevaba casi dos décadas sin verla. Durante todo este periodo, los agentes han comprobado que no existían registros que permitieran rastrear la mujer, de 47 años. Su última renovación del DNI data del año 2001 y tampoco constan asistencias médicas en las bases de datos del Servicio Andaluz de Salud, ha explicado este jueves la Comisaría Provincial.

Una vez localizada, los policías comprobaron que apenas tenía musculatura en las piernas por la falta de actividad física, circunstancia que le impedía caminar con normalidad. La mujer, que aseguró estar recluida de forma voluntaria, convivía en el domicilio junto a su madre septuagenaria y una hermana de edad similar a ella, quienes sí salían a la calle en rara ocasión y tenían un comportamiento huidizo en el vecindario.

Tras la información aportada por el tío de la mujer, los investigadores comenzaron a realizar gestiones. Los vecinos aseguraban que sólo veían salir del inmueble esporádicamente a la madre y a una hija y que estas recibían la compra a domicilio. Paralelamente, a través de una funcionaria pública, conocieron la especial situación del núcleo familiar de la desaparecida, ya que había gestionado diversos trámites para que la madre pudiese seguir cobrando la pensión de viudedad después de estar un año sin percibirla por falta de renovación de documentación. También le tramitó la instalación de un contador de agua tras un corte en el suministro.

Todos los intentos de la policía para lograr que la madre de la desaparecida accediera a que los agentes comprobaran el estado de salud de su hija fueron infructuosos. Ante la posibilidad de que aquella se encontrara en una situación de grave riesgo para su integridad física y/ o moral, solicitaron a la autoridad judicial mandamiento de entrada en el domicilio. Esta se produjo la mañana del 29 de octubre. Los agentes accedieron al domicilio junto a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga, teniendo que utilizar la fuerza ante la negativa de sus moradoras.

Finalmente localizaron a la desaparecida, que manifestó espontáneamente estar confinada en la vivienda por propia voluntad, así como a su madre y a su hermana, todas en un estado emocional alterado. Finalmente, los tres miembros de la familia accedieron voluntariamente a su traslado a un hospital para recibir asistencia médica especializada.